Un documento publicado por el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos incluyó una serie de recomendaciones a los ciudadanos que pretendan visitar Chile, advirtiéndoles de los delitos que aquí ocurren y de las manifestaciones que podrían afectar su viaje.

Según publicó La Tercera, el texto comienza mencionando que las protestas se desarrollan con frecuencia, especialmente los días 29 de marzo (Día del Joven Combatiente), 1 y 21 de mayo (Día del Trabajador y la Cuenta Pública que se trasladó para junio) y el 11 de septiembre (conmemoración del inicio de la dictadura).

“Las huelgas también son comunes y pueden causar retrasos significativos en los viajes, especialmente si va a áreas remotas, como Isla de Pascua, Punta Arenas y Chiloé”, se agregó en el documento.

Sobre los delitos y pese a que se clasifica a Chile como relativamente seguro, se subrayó la ocurrencia de robos, por ejemplo, en los viajes a San Pedro de Atacama, uno de los destinos favoritos de los extranjeros en el país.

Guarde todos sus objetos de valor cuando tome autobuses, especialmente hacia o desde Calama y San Pedro de Atacama. Los robos son comunes y a menudo son hechos por personas que se hacen pasar por auxiliares”, es una de las advertencias.

Además, se avisó que la clonación de tarjetas de crédito es una preocupación y se aseguró que “la delincuencia callejera, los portonazos (definido como carjacking en un informe de marzo de este año ), las estafas telefónicas y las invasiones residenciales son comunes, especialmente en Santiago, Valparaíso, Antofagasta, Calama e Iquique (…) Los robos de vehículos son un grave problema en Valparaíso y el norte de Chile (de Iquique a Arica)”.

El gobierno norteamericano pidió a los turistas tener cuidado al visitar el cerro Santa Lucía, el San Cristóbal, la plaza de armas de Santiago y los barrios Bellavista y Lastarria, donde “frecuentemente hay hurtos y arrestos”.

Finalmente, en el texto hay referencias a situaciones ligadas a atentados en la capital y en el sur. “(Grupos anarquistas) han colocado artefactos explosivos e incendiarios en espacios públicos, como cajeros automáticos, estaciones de metro e instalaciones gubernamentales en todo Santiago”.

“(En La Araucanía han) quemando iglesias, casas y sembradíos, además de atacar camiones, autobuses y maquinaria forestal, causando destrucción de bienes, lesiones y muertes. Si bien se han dirigido principalmente a las empresas forestales y terratenientes, se debe tener cuidado en la región de La Araucanía“, se añadió.