Al finalizar la sesión de la Cámara de Diputados de este jueves, se produjo una fuerte disputa verbal -que terminó a los empujones- entre los diputados Christian Urízar (PS) y Marco Antonio Nuñez (PPD).

De hecho, fue el diputado Leonardo Soto (PS) quien tuvo que intermediar para separarlos. Así lo confirmó a Radio Bío Bío un testigo presencial de la pelea en la Cámara de Diputados, quien aseguró que Urízar acusó a Nuñez de agredir a una mujer.

Lo anterior se debería a una sola razón: el parlamentario del Partido Por la Democracia habría agredido a la senadora Isabel Allende en un acto de campaña junto a Alejandro Guillier ayer miércoles en la comuna de Villa Alemana.

Ante dicha acusación, Nuñez encaró al diputado socialista y se acercó molesto hacia Urízar. Mientras estaban frente a frente, el primero le espetó si es que acaso era una especie de escudero de Allende.

Tras dicho episodio, Urízar señaló a La Radio que él va a estar dispuesto a defender a la senadora Isabel Allende todas las veces que sea necesario, sobre todo considerando que es la hija del expresidente Salvador Allende.

La aparición sorpresiva de Nuñez ese día generó molestia en el Partido Socialista debido a que Guillier fue invitado por dicha colectividad a recorrer la región de Valparaíso para apoyar la campaña de recolección de firmas para su candidatura.

La idea era que ambos se mostraran públicamente juntos, sobre todo porque Allende pretende renovar su cupo en el Senado representando a esa zona.

Pero la irrupción de Nuñez se transformó en una piedra en el zapato esa jornada, ya que él es la carta del PPD para el Senado en la misma circunscripción. Por eso es que en dicha actividad habrían ocurrido una serie de empujones donde Allende terminó desplazada de la foto con Guillier en desmedro de Nuñez, lo que causó la molestia de Urizar, quien también estuvo presente en esa jornada.

De forma anecdótica, este jueves Allende apareció en el Senado con una aparente lesión en el tobillo, que si bien no puede ser atribuida al polémico episodio, probablemente alimentó el malestar de Urízar.

De este modo, se configuró un choque de rivales directos que sacó chispas en el Congreso al día siguiente.