La intensidad de los bombardeos de Israel contra presuntos objetivos iraníes en Siria, presentados como un acto de represalia por disparos de cohetes, suscita temores de una escalada de tensiones en la región.

“Nos acercamos al precipicio”, dijo a la Agence France-Presse, Heiko Wimmen, del centro de reflexión International Crisis Group, que considera que “los israelíes envían mensajes sobre sus líneas rojas”.

Esas advertencias israelíes ya comenzaron el mes pasado, recuerda, en alusión a los anteriores ataques israelíes en Siria.

Pero esto es cada vez “más intenso”, y “un día, con esas acciones, los iraníes dirán: ‘tenemos que responder con fuerza, tenemos que disuadir a los israelíes si queremos permanecer en Siria, debemos golpear"”, añade Wimmen.

Las circunstancias de los acontecimientos de este jueves siguen siendo confusas. Israel dice haber realizado decenas de bombardeos contra objetivos iraníes en Siria, en represalia por el lanzamiento de unos 20 cohetes de la brigada Al Quds, la fuerza expedicionaria de los Guardianes de la Revolución, contra la parte de los Altos del Golán ocupada por tropas israelíes.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) afirmó por su parte que el ataque contra las posiciones israelíes en el Golán -cuyos autores no había podido identificar- se llevó a cabo tras un “primer bombardeo israelí” en una localidad siria.

Irán no reaccionó oficialmente el jueves a las acusaciones israelíes.

“Un duro golpe”

Para Nicolas Heras, analista del centro de reflexión estadounidense Center for a New American Security, “Israel está impaciente y quiere asestar un duro golpe a las fuerzas iraníes en Siria”.

“Es evidente que [el primer ministro israelí] Benjamin Netanyahu cree tener el visto bueno para afrontar a Irán en Siria, sean cuales sean las consecuencias”, dice a la Agence France-Presse.

Según él, “los israelíes están convencidos de que están viviendo un escenario de pesadilla en el que Irán avanza en Siria con la intención de lanzar una guerra para aniquilar” su país.

Los bombardeos de este jueves son los mayores ataques israelíes en Siria desde hace décadas, asegura Eran Etzion, exdirector adjunto del Consejo Nacional de Seguridad Israelí.

“Estamos en un proceso de escalada, pero sólo estamos en el principio”, avisa, aunque, según él, el silencio de Teherán “podría indicar que [Irán] no desea una escalada total”.

Para Foad Izadi, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad de Teherán, “Irán no busca la confrontación con Israel en Siria”.

“Las fuerzas iraníes no fueron a Siria para combatir a Israel, sino para brindar ayuda al gobierno sirio”, afirma. “La disuasión de Irán con respecto a Israel se hace en Líbano, con más de 100.000 misiles de Hezbolá”, asegura Izadi.

Mohamad Marandi, analista político en la Universidad de Teherán, cree que “los israelíes fantasean” y que “ningún iraní murió ni resultó herido” en los bombardeos israelíes de esta madrugada.

De lo contrario, los retratos de las víctimas se habrían propagado por las redes sociales iraníes, argumenta.

Las fuerzas iraníes presentes en Siria no actúan de forma independiente, “sino bajo el mando de los sirios”, dice Marandi, que afirma que no hubo ningún ataque iraní contra Israel durante la noche.

¿Mediación rusa?

“Los israelíes quieren convertir [Siria] en un asunto irano-israelí, pero no es el caso”, añade este exmiembro de la delegación iraní que negoció el acuerdo de Viena sobre el programa nuclear de Teherán, firmado en julio de 2015.

“Aprovechan la situación” provocada por la retirada de Estados Unidos de ese acuerdo, considera.

Lo ocurrido este jueves genera preocupación en el extranjero, como dejaron de manifiesto las numerosas advertencias oficiales en Europa o en Rusia.

“Ahora la pelota está en el campo de los iraníes”, considera por su parte el general de brigada retirado Nitzan Nuriel, exdirector de la sección antiterrorista en la oficina del primer ministro israelí.

“Deben decidir si quieren intensificar la fricción, pidiendo por ejemplo a Hezbolá que haga algo, o si entienden que, a estas alturas, no pueden emprender nada contra nosotros”, declara.

Para Heras, los iraníes querrán demostrar, de una manera u otra, que “no temen a la maquinaria de guerra israelí”.

“A no ser que Rusia [que, al igual que Irán, respalda el gobierno de Damasco] intervenga y desempeñe el papel de árbitro (…), el riesgo de escalada es real”.