El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, regresó al país luego de haber salido, mientras un grupo de militares intentaba provocar un golpe de Estado.

A su regreso, en el aeropuerto de Estambul, fue recibido por una multitud que salió a defender su Gobierno. En ese lugar, dialogó brevemente con la prensa, llamando a mantenerse en las calles hasta que el intento de derrocarlo haya terminado.

“Ningún poder está sobre la voluntad, los protagonistas del levantamiento recibirán la respuesta adecuada”, señaló Erdogan, agregando que los responsables de los incidentes “tendrán que pagar duramente”.

El jefe de Estado añadió que “las armas adquiridas con el dinero de los impuestos de los turcos, no pueden ser usadas contra ellos, seremos el escudo frente a sus armas”.

“Este levantamiento, este movimiento es un gran regalo de dios para nosotros, porque el Ejército será limpiado“, afirmó el mandatario en la rueda de prensa. “Sean pacientes, ya todo volverá a la normalidad”, sentenció a su regreso al país.