Esta semana se confirmó en Argentina el hallazgo del cuerpo de una adolescente de 14 años, quien fue reportada como desaparecida en septiembre de 2002 en la ciudad trasandina de Lanús en la provincia de Buenos Aires.

Se trata de la historia de Mariela Tasat, quien desapareció el 7 de septiembre de 2002, tras salir de su casa. Desde entonces sus padres iniciaron su búsqueda, aunque sin recibir la respuesta adecuada de las autoridades, consigna diario Clarín de Argentina.

La denuncia de la desaparición de Mariela fue archivada sólo dos semanas después, cuenta su madre, Luisa Olivera, por lo que tuvieron que buscarla durante años por sus propios medios. Además en 2004, su esposo y padre de la adolescente, un policía retirado, falleció.

“Enfermó de cáncer casi inmediatamente. Siempre me decía que había encontrado a tanta gente mientras fue policía, pero con su hija no pudo. Me pidió que nunca dejara de buscarla, y eso hago”, contó la mujer días antes del hallazgo del cuerpo.

Olivera tuvo que recorrer sectores peligrosos de Buenos Aires, donde recibió amenazas de muerte y algunos prostíbulos, con el único fin de hallar a su hija, pero nada dio resultados.

La mujer fue apoyada por la ONG Missing Children en Argentina, pues este caso se había convertido en uno de los más emblemáticos y el más antiguo de una menor desaparecida en el país trasandino.

Reapertura del caso

Recién a principios de 2017, la fiscal Viviana Giorgi abrió nuevamente la causa en torno a la desaparición de Mariela, ordenando realizar informes sobre los cuerpos que ingresaron a las morgues de la zona, los días posteriores al extravío de la adolescente.

Los informes demostraron que el cuerpo de una adolescente había sido enterrada como NN en el cementerio de Lanús, a 16 calles de la casa de Mariela. La conexión era lógica y dejaba en evidencia los fallos en el sistema judicial y policial de Argentina, pues en 15 años nadie se dio la tarea de hacer algo tan simple.

Finalmente, esta semana se publicaron los resultados de un análisis dactiloscópico, que confirmaron que el cuerpo pertenecía a Mariela, con lo que la búsqueda de su madre se dio por terminada.

Mariela había fallecido cerca de su casa, debido a un accidente ferroviario, fue internada en un Hospital de Buenos Aires, donde murió dos días después. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Lanús y permaneció como NN hasta esta semana.