El presidente Michel Temer dijo que pecó por “ingenuo” al recibir al empresario que lo grabó secretamente manteniendo una conversación comprometedora y reiteró que no renunciaría, porque eso sería admitir su propia “culpabilidad” en el escándalo que tiene en vilo a Brasil.

“Ingenuidad. Fui ingenuo al recibir a una persona en aquel momento”, dijo Temer en una entrevista publicada este lunes por el diario Folha de S.Paulo.

Temer recibió el 7 de marzo alrededor de las 11 de la noche en su residencia en Brasilia a Joesley Batista, dueño de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS, sin dejar constancia de ese encuentro en su agenda oficial.

Batista grabó la conversación y entregó el registro a la Justicia, en el marco de un acuerdo de delación premiada. El Supremo Tribunal Federal (STF) abrió una investigación sobre el caso.

A Temer se le reprochan tanto frases que darían a entender que aprobaba el pago de sobornos a un exdiputado encarcelado para comprar su silencio como su omisión en denunciar a su interlocutor, que se vanagloria frente a él de tener bajo control a dos jueces que investigan causas en su contra.

Pero el presidente no considera que esa omisión sea un crimen: “¿Sabe que no? Oigo a mucha gente y mucha gente me dice las mayores tonterías, que yo no tengo en cuenta. Confieso que no tuve esa tontería en cuenta. El objetivo central de la conversación no era ese”.

Dijo que cuando Batista insistía en encontrarse con él, pensaba que era por el escándalo de la carne adulterada, destapada públicamente por la policía federal diez días después de ese encuentro.

Asegura además que “no sabía” que Batista estaba siendo investigado en ese momento por tres causas en la Justicia. “¿No sabía?”, se sorprende el periodista. Y Temer responde: “En un primer momento, no”.

Temer volvió a rechazar los pedidos de renuncia que surgen de manera creciente de su propia coalición: “No renunciaré. Si quieren, derróquenme. Porque si renuncio, es un reconocimiento de culpabilidad”, afirmó.

El mandatario, que llegó al poder hace un año tras la destitución de Dilma Rousseff, afirmó el sábado que esa grabación había sido “manipulada” y pidió al STF que suspenda su investigación hasta que se verifique su autenticidad. El tribunal debería pronunciarse el miércoles.

Temer afirmó además que su exasesor y actual diputado Rodrigo Rocha Loures, filmado con una maleta llena de dinero, “erró, evidentemente”, pero cuando se le pregunta si se siente traicionado, responde: “No puedo decir eso, es un hombre, el pobre, de buen temperamento, de muy buen temperamento” aunque el gesto es “reprobable”.