El tenso momento vivido el domingo pasado por la familia real española, dejó de manifiesto la mala relación entre las reinas Sofía y Letizia.

Todo comenzó con la viralización de un video grabado tras la misa de Pascua de Resurrección en Palma de Mallorca, donde se ve cómo Letizia impide que su suegra se tome una foto junto a sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Cuando la experiodista se acercó a tocarle el cabello a Leonor, doña Sofía hizo un gesto para sacarla del medio, algo que hizo reaccionar a la joven princesa, quien de forma brusca se quitó la mano de su abuela.

Al notar que algo estaba pasando, el rey Felipe se acercó a su familia y habló con su madre y su esposa, mientras que el rey Juan Carlos los miraba atentamente desde lejos.

Pero ese no fue el único desprecio que vivió la reina emérita, pues a los pocos minutos su nuera habría atacado otra vez. En la puerta de la catedral, y tras posar para las cámaras junto a Leonor, Sofía le da un tierno beso a su nieta. Acto seguido, la niña se acerca a su madre, quien le hace un gesto en la frente.

Cibernautas que vieron el video aseguran que la exlectora de noticias estaba limpiando el beso que su suegra le dio a su hija, mientras que otros aseguran que simplemente fue un gesto de cariño con la niña.

Ambos momentos confirmaron los rumores que desde hace años aseguraban que las reinas no se llevaban nada bien, a pesar de las sonrisas gentiles que se brindaban en público.

Pero ¿cómo nació esta rivalidad?

Comencemos desde el principio.

Cuando el entonces príncipe Felipe anunció en 2003 sus intenciones de contraer matrimonio con la periodista Leticia Ortiz, su familia, especialmente su padre Juan Carlos I, no vio con buenos ojos el enlace pues no sólo se trataba de una plebeya, sino que además era una mujer separada y de carácter fuerte.

Pese a lo que muchos pensaron, la reina Sofía no fue una de las que se opuso al matrimonio, al contrario, la monarca apoyó a su hijo favorito. “La reina recibió con afecto y complicidad a Letizia. Aceptó y confió en las razones que le dio su hijo para elegirla. Tampoco creo que le pillase por sorpresa el que su hijo eligiese a una mujer que no era de la realeza porque un tío de la reina, Alejandro I, se casó en los años 30 con una griega que tampoco era de la realeza, Aspasia Manos”, afirmó la biógrafa de Sofía, Pilar de Arístegui, al diario La opinión de Málaga.

Durante esos años, la reina se encargó de ayudar a su futura nuera y de cierta forma la “adoptó”. Según el diario español El País, Letizia incluso quiso agradecer el apoyo de su suegra en una de sus primeras apariciones públicas como novia oficial del príncipe de Asturias.

“A partir de ahora y de forma progresiva voy a integrarme en esta nueva vida con las responsabilidades que conlleva y con el apoyo y cariño de…”, señaló antes de ser interrumpida por Felipe, a quien hizo callar de inmediato. “Déjame terminar… Con el cariño de los Reyes y el ejemplo impagable de la Reina”, agregó sacando risas en los presentes.

PIerre Phillipe Marcou | Agence France Presse
PIerre Phillipe Marcou | Agence France Presse

Todo ese cariño y buena relación comenzó a cambiar cuando nacieron las hijas de Letizia y Felipe: Leonor y Sofía. La reina, que siente un cariño especial por su hijo mayor, quería estar presente en la vida de sus nietas. Para ello visitaba a la familia con frecuencia, ya que todos viven en el Palacio de la Zarzuela, aunque a un kilómetro de distancia.

Poco a poco Letizia comenzó a disminuir aquellos encuentros debido a que consideraba que alteraba el estricto horario y dieta de las niñas, pues como toda abuela les llevaba pastillas de regalo, ya que consideraba que las pequeñas llevaban una vida demasiado estructurada.

Pero lo que en realidad molesta a Sofía es que, al parecer, aquella regla se aplica sólo a ella, pues la madre de Ortiz, Paloma Rocasolano, no tiene restricciones para pasar tiempo con sus nietas, de hecho, es ella (más dos institutrices) quien suele quedarse con la princesa y la infanta cuando su madre sale de viaje.

 Jaime Reina | Agence France Presse
Jaime Reina | Agence France Presse

Según la periodista española especializada en temas de la realeza Pilar Eyre, la reina Sofía comentó con lágrimas en sus ojos a sus familiares en Grecia, que no la dejaban ver a las niñas. “No sé ni como están. No me dejan verlas, vivo al lado y no puedo ir a su casa”, habría dicho.

Cuando el tema de las visitas comenzó a convertirse en un problema, Felipe tomó el asunto en sus manos y comenzó a llevar a sus hijas todos los viernes en la tarde a ver a sus padres, momento en que los abuelos podían disfrutar a sus nietas. Sin embargo, cuando el rey Juan Carlos abdicó en 2014 y el príncipe de Asturias asumió el poder, los encuentros comenzaron a disminuir.

 Jaime Reina | Agence France-Presse
Jaime Reina | Agence France-Presse

Caso Nóos

Las cosas siguieron empeorando cuando estalló el caso Nóos, un escándalo de corrupción política que involucró a Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, hija de Sofía y hermana de Felipe.

Dentro de la investigación se filtraron correos privados de Urdangarin, donde hablaba mal de la familia real e incluso se burlaba cruelmente de Letizia, lo que desató la furia de la entonces princesa de Asturias, quien se alineó con la estrategia de la Corona de alejar a Iñaki y a la infanta Cristina de la Corona.

El hombre fue procesado por fraude fiscal, malversación de fondos y blanqueo de capitales a través de la fundación sin fines de lucro Nóos, sin embargo, logró evadir la cárcel, al igual que su esposa, quien también fue imputada.

 Louisa Gouliamaki | Agence France-Presse
Louisa Gouliamaki | Agence France-Presse

En 2015, Felipe, ya convertido en rey, les revocó el título de duques de Palma de Mallorca y evitó que aparecieran en público con su familia, algo a lo que la reina Sofía se opuso firmemente, pues quería mantener a su familia unida.

De hecho, ese mismo año, la reina emérita invitó a su hija y su esposo a participar en la ceremonia por el 50º aniversario de la muerte de su padre, el rey Pablo de Grecia, realizada en el palacio de Tatoi, en Atenas.

Allí se encontraron con Letizia y Felipe, quienes evidentemente molestos rechazaron la invitación a participar en el tradicional almuerzo y regresaron a España solos.

Al parecer tras la viralización del video, la pelea está aún más lejos de terminar.