Seguirán en huelga de hambre pese a su delicado estado de salud las cuatro mujeres que desde el 27 de febrero mantienen la medida de presión alegando prácticas laborales perjudiciales por parte de la empresa Aramark, contratista de Chuquicamata.

Las trabajadoras debieron ser alimentadas con suero en el hospital local a causa de su estado de deshidratación.

Actualmente se encuentran en una capilla facilitada por la Iglesia.