La fuerte tormenta Xaver que afecta al norte de Europa, hasta el momento ha dejado cinco muertos, perturbaciones en el transporte y ha amenazado con provocar la mayor crecida del mar en décadas.

Dos hombres murieron en Gran Bretaña. En Escocia, un conductor de camión murió cuando su vehículo volcó encima de unos coches cerca de Edimburgo por culpa del viento. En Inglaterra, en Retford, un hombre que iba en un vehículo eléctrico para discapacitados murió al caerle un árbol encima.

Mientras que en Suecia, dos marineros cayeron por la borda de un barco a 22 kilómetros de la costa sur de Suecia. No hay esperanza de encontrarlos vivos. “La zona fue peinada durante más de seis horas y no hay rastro de los hombres”, dijo la Autoridad Marítima sueca en un comunicado.

En Dinamarca, una mujer de 72 años murió cuando el viento volcó la furgoneta que conducía.

Las autoridades británicas evacuaron 15.000 hogares cuando empezaron las inundaciones en la costa del mar del Norte, mientras Alemania, Holanda, Bélgica, Dinamarca y Suecia reforzaban sus defensas ante la crecida de las aguas.

Con vientos de hasta 228 km/h, la tempestad azotó en primer lugar el norte de Gran Bretaña, dejando estampas propias de los huracanes tropicales.

Cientos de vuelos fueron anulados o sufrieron retrasos en todo el continente, mientras que los servicios ferroviarios fueron suspendidos en varios países.

Los aviones a los que la tormenta sorprendió en vuelo tuvieron dificultades para aterrizar, tratando de enfilar bien la pista mientras el viento los empujaba hacia fuera.

Uno de los puentes más largos de Europa, que une Suecia a Dinamarca, cerró al tránsito.

Más de 100.000 casas se quedaron sin electricidad en Gran Bretaña. a raíz de esta situación, el primer ministro británico, David Cameron, convocó al comité de emergencia del gobierno.

El gran temor en todo el norte de Europa era un aumento de la fuerza de esta tormenta el jueves por la noche, coincidiendo con mareas altas en muchas zonas.

Las autoridades británicas anunciaron que habían evacuado casas en Great Yarmouth, en el este de Inglaterra, y avisaron de que la vida de la gente podría correr peligro ante la mayor crecida de las aguas en 60 años.

En Holanda, donde el 27% de la población vive bajo el nivel del mar, se procedió a cerrar el gran dique Eastern Scheldt por primera vez en seis años.

Esta barrera fue construida tras la tormenta que mató a más de 2.000 personas en 1953.

Las autoridades holandesas decretaron la alerta máxima por peligro de inundaciones en cuatro zonas del norte y el noroeste.

Bélgica espera una crecida de las aguas de 6,1 metros, “la más alta en 30 años”, dijo Carl Decaluwe, gobernador de la provincia de Flandes occidental.

“La combinación de viento y mareas altas puede hacer aumentar mucho el nivel del mar”, explicó Decaluwe.

Alemania reforzó los servicios de emergencia en la ciudad portuaria norteña de Hamburgo y sus alrededores y suspendió las clases en varias escuelas, mientras Suecia emitía alertas por inundaciones.

Además, la tormenta causó graves problemas de transporte en todo el norte europeo.

La aerolínea holandesa KLM suspendió 84 vuelos continentales en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam, y unos 128 en Hamburgo, a cuyo puerto se prohibió el acceso de los navíos más pesados por el fuerte oleaje.

También se cancelaron vuelos en los aeropuertos escoceses de Glasgow, Edimburgo y Aberdeen.

Los servicios meteorológicos británicos registraron rachas de viento de 228 kilómetros por hora en las montañas de Inverness-shire, en Escocia.

“No podemos seguir operando los trenes con el viento que hay”, dijo Nick King, portavoz de la compañía ferroviaria, anunciando la suspensión del servicio en Escocia.

También se cerró el puente de Oeresund, que conecta Suecia y Dinamarca, por el que pasan coches y trenes.

Los ferrys entre Alemania, Suecia y Dinamarca también se suspendieron.