En pie de guerra se encuentran cerca de siete comunidades indígenas de la comuna de San Juan de la Costa ante un proyecto de construcción de embalse de agua para consumo humano y riego, que el Ministerio de Agricultura impulsa desde hace años en el sector de Pucopío.

Esto, porque sostuvieron una reunión con la empresa consultora a cargo del proyecto, donde los expositores habrían propuesto el levantamiento de una iniciativa hidroeléctrica para aprovechar el agua embalsada, cuestión que generó la inmediata oposición de las comunidades indígenas presentes, debido al rechazo en torno a iniciativas de inversión de privados en su territorio.

Así lo explicó Clara Jaramillo, integrante de la comunidad indígena Jaramillo-Imilmaqui y vicepresidenta del Consejo de Comunidades del sector norte de San Juan de la Costa.

De acuerdo a la dirigenta indígena, si bien en verano falta agua, en el invierno abunda, por lo que no es necesario un embalse tan grande como el que se proyecta, que incorpora al menos 8 hectáreas para su desarrollo y un costo de más de $2 mil millones.

Estas mismas dudas surgen en la municipalidad de San Juan de la Costa, desde donde el integrante de la oficina de asuntos Huilliche, Patricio Cornejo, reparó en que cerca del terreno donde se levantaría el embalse, existen solicitudes de aprovechamiento minero.

Según Cornejo, los terrenos en San Juan de la Costa son poco aptos para la agricultura, por lo que tampoco se entiende tanta insistencia en propiciar el riego.

Tanto la dirigenta indígena como Patricio Cornejo concordaron en que es necesario analizar otras alternativas de menor impacto para solucionar el problema del agua en Pucopío, precisamente porque las condiciones climáticas no son regulares y requieren soluciones de acuerdo a la temporada. Excepto, a que con el proyecto de embalse se quiera pasar un “gato por liebre”, con otro de carácter hidroeléctrico, señalaron.

Las críticas fueron planteadas el en el marco de una Nueva Mesa de Asuntos Indígenas, donde participó el seremi de Agricultura, Rodrigo Mardones, quien descartó que el embalse incorpore una central energética.

De acuerdo al seremi, el embalse tiene una gran envergadura, ya que su objetivo es convertir la zona en agrícola, recalcando que el proyecto es el mismo que se ha trabajado desde hace dos años, sin variaciones.

Según Mardones, todo se debió a un problema comunicacional al dar a conocer a las comunidades los posibles usos de un embalse, lo cual no significa que se vayan a aplicar.

Respecto a la solicitud de los dirigentes de congelar la realización del estudio y del proyecto, el seremi aclaró que se debe analizar, puesto que hay recursos y procedimientos públicos involucrados.