¿A qué está dedicado el Consejo de Defensa del Estado? ¿A quién responde? ¿A qué intereses? ¿Es influenciable? ¿Obedece a instrucciones políticas del gobierno de turno?

Son preguntas pesadas, pero oportunas. Porque allí, en el Consejo, se juegan y se resuelven muchas cosas.

Partamos por señalar que en su página web el Consejo describe así su tarea: “Defender, representar y asesorar judicial y extrajudicialmente al Estado, en materias de carácter patrimonial y no patrimonial, a través del ejercicio de las acciones y defensas judiciales que correspondan, en beneficio de los intereses del Estado”.

Toda esta introducción es para hablar de un caso que está ahora en manos del Consejo de Defensa del Estado y que, también, por quizás qué razones, puede terminar en impunidad. Me refiero al también emblemático caso de la contaminación del humedal del río Cruces por parte de la planta de celulosa de CELCO (Celulosa Arauco) y la impactante muerte de miles de cisnes de cuello negro.