Kohei Uchimura, figura de la gimnasia artística japonesa, finalizaba con notorias dificultades su rutina en el caballete, resignando con esto las posibilidades de su equipo de conseguir una nueva medalla en los juegos de Londres.
Ante la preocupación por lo sucedido, su entrenador no titubeó frente la posibilidad de reclamar a los jueces por lo que, a su juicio, sería un ‘desmonte’ y no una caída, como a simple vista se percibió.
Hasta ahí todo claro. La polémica se suscitó cuando el líder del equipo nipón presentó la apelación acompañada de billetes de 100 dólares.
“No hay unanimidad respecto a la cantidad que tuvo que pagar Japón, pero un informe de los primeros días de los Juegos revela que el equipo indio de boxeo abonó 500 dólares en una situación similar; y teniendo en cuenta el grueso del fajo de billetes parece una estimación razonable”, asegura Yahoo.
Esta acción abre el debate sobre la pertinencia de acompañar con dinero los reclamos a los jueces, pues, aunque el procedimiento se enmarca dentro de lo regular, sin duda alguna se encuentra absolutamente reñido con lo ético y, asimismo, con el espíritu competitivo de los Juegos Olímpicos.
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