20 usuarios del Hogar de Cristo lograron salir adelante y dejar el centro que los acogió por años. Algunos encontraron trabajo iniciando una nueva vida.

La historia de Luis Bravo es el reflejo del trabajo que se realiza en el Hogar de Cristo desde el 2006 . Él fue una de las 20 personas que egresó del programa Chile Solidario. Tiene 61 años y tras el terremoto quedó en la calle, en ese momento llegó al Hogar de Cristo, donde estuvo hasta fines del año pasado cuando con la ayuda de sicólogos y asistentes sociales, logró salir del centro. Encontró trabajo en un negocio y en el lugar donde se derrumbó su casa instaló una mediagua.

Son personas que por diversos motivos viven en la extrema pobreza y llegaron al Hogar de Cristo. La idea es que regresen con sus familias o encuentren un trabajo, salgan del centro y mejoren su calidad de vida. La directora ejecutiva del Hogar de Cristo, Cecilia Ponce, dijo que es un trabajo de largo aliento.

En uno o dos años se logran resultados, aunque el proceso depende de cada caso. Actualmente 293 mujeres y hombres forman parte de este programa que los incentiva a buscar nuevos caminos.