El incendio de los locales del semanario satírico francés Charlie Hebdo en París, que publicó el miércoles un número especial con una caricatura del profeta Mahoma en la tapa, provocó indignación en la clase política y los medios de comunicación en Francia.

El incendio, que no dejó víctimas, fue causado probablemente por un cóctel molotov lanzado contra los locales de la publicación en la madrugada del miércoles, indicó la policía.

“La libertad de expresión es un valor inalienable de nuestra democracia”, declaró el primer ministro francés François Fillon, expresando su “indignación” por el incendio de los locales de la publicación, en el este de París.

El mordaz semanario decidió, para “celebrar la victoria” del partido islamista Ennahda en Túnez, que el profeta Mahoma fuese el “jefe de la redacción” de su número especial titulado “Charia Hebdo”. La sharia (charia en francés) es la ley islámica.

El título de la publicación, que salió a la venta el miércoles en Francia, precedida por un gran debate en las redes sociales, también hace referencia al reciente anuncio del Consejo Nacional de Transición en Libia de la restauración de la ley musulmana.

“Cien latigazos si no te mueres de risa”, advierte la portada del semanario cuyo sitio web fue aparentemente pirateado durante la noche del martes al miércoles.

En sus páginas se puede leer un editorial firmado por Mahoma, titulado “Aperitivo Hatar”, viñetas y hasta un suplemento femenino titulado “Charia Madame”.

En la última página hay una caricatura de Mahoma con una nariz roja de payaso. “Sí, el Islam es compatible con el humor”, asegura el profeta, en esa caricatura.

El siniestro, que comenzó “alrededor de la 01H00 de la mañana”, hora local, ha sido “controlado y no provocó ningún herido”, indicó una fuente policial.

“Todo ha sido destruido”, afirmó el médico de urgencias y cronista Patrick Pelloux, interrogado en el lugar por la AFP. Según Pelloux, el cóctel molotov fue lanzado “hacia la vitrina y provocó un incendio en el sistema informático”.

El director de la publicación, el dibujante Charb, declaró a la AFP que el incendio está directamente “vinculado” con la publicación especial del miércoles.

“En Twitter, en Facebook, recibimos muchas cartas de protestas, de amenazas, de insultos”, que la dirección del semanario se disponía a transmitir a la policía, explicó.

El diario Libération y la revista Nouvel Observateur ofrecieron inmediatamente asilo a la redacción del semanario.

“Los equipos de Charlie Hebdo son bienvenidos, hasta que hallen nuevos locales y ordenadores”, anunció el director de redacción de Libération, Nicolas Demorand. También el semanario Nouvel Obs propuso alojar a la redacción de la publicación satírica, en señal de solidaridad.

Charlie Hebdo ya había recibido amenazas tras la publicación de caricaturas de Mahoma, en 2006.

Sin embargo, el número de este miércoles “no tiene el mismo alcance (que el de 2006), es más una broma que otra cosa”, agregó Charb, que declaró a la AFP, en vísperas de la publicación, que la iniciativa buscaba sólo abordar “un tema de actualidad con el humor que caracteriza a la revista”.

El presidente del Consejo francés del culto musulmán (CFCM), Mohammed Moussaui, expresó el miércoles su “firme” condena el incendio, “si se confirma que tiene origen criminal”, y consideró que la primera plana del diario es menos “violenta” que las caricaturas del profeta publicadas hace cinco años.

El CFCM señaló empero que “caricaturizar al profeta” es “considerado como una ofensa por los musulmanes”.

En febrero del 2006, Charlie Hebdo divulgó 11 páginas de caricaturas de Mahoma que habían sido publicadas antes, en 2005, por el diario danés Jyllands-Posten. El dibujante de esas caricaturas, Kurt Westergaard, fue objeto de un atentado de asesinato por un fanático.

La portada de Charlie Hebdo, en esa ocasión, mostraba al profeta llorando. “Es duro ser amado por tontos”, aseguraba Mahoma en el dibujo firmado por Cabu.