Un policía colombiano que había sido rehén de la guerrilla comunista de las FARC fue asesinado este lunes por pistoleros cuando ingresaba a su vivienda en la ciudad de Cali (500 km al suroeste de Bogotá), informó este martes la comandancia local de ese cuerpo armado.

El intendente Alejandro Cañón, que en 1998 fue uno de los 47 policías que las FARC secuestró durante un ataque en la población de Mitú (Vaupes, sureste, frontrizo con Brasil), murió tras recibir cuatro disparos que los pistoleros le propinaron por la espalda, informó el general Miguel Ángel Bojacá, comandante de la Policía de Cali.

Cañón, de 37 años y padre de dos niñas de 8 y 6 años, alcanzó a ser llevado con vida a un hospital donde falleció por causa de los disparos, precisó Bojacá.

La principal hipótesis que maneja la policía de Cali es que el crimen se debió a una retaliación de las bandas organizadas del robo de vehículos, a las que según el subcomandante de la policía de esa ciudad, coronel Wilson Barón, se les han propinado varios golpes recientemente.

Cañón fue rehén de las FARC por unos tres años, hasta su liberación en 2001 mediante una negociación del gobierno del ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002) y esa guerrilla.