Con 70 votos a favor, 31 en contra y 12 abstenciones, la Cámara de Diputados rechazó los cambios introducidos por el Senado al texto despachado en primer trámite por los diputados sobre el proyecto del Ejecutivo que busca adecuar los plazos de las elecciones presidenciales. Para aprobar las enmiendas se requerían a lo menos 71 votos favorables.

La idea central del proyecto tiene por objeto reformar la Constitución Política para armonizar las fechas de elecciones presidenciales especiales, con el nuevo sistema de inscripción automática y voto voluntario.

La iniciativa busca evitar que de ser necesaria una segunda vuelta presidencial, esta deba realizarse en enero, en pleno período de vacaciones, tal como ha ocurrido en las últimas tres elecciones presidenciales. El Ejecutivo señala que esto afecta no sólo al grupo familiar, sino también a la actividad turística.

La propuesta legal fue ingresada a trámite parlamentario en mayo del 2010 por el Gobierno. La Cámara la aprobó en primer trámite constitucional en diciembre del mismo año y el Senado en segundo trámite, con modificaciones, en abril pasado.

El texto original proponía el cambio de las fechas de las elecciones presidenciales y parlamentarias al tercer domingo de noviembre del año anterior al cese de funciones del Mandatario o los legisladores. En caso de requerirse una segunda vuelta presidencial, esta se llevaría a cabo el cuarto domingo posterior a la primera votación.

En la Cámara de Diputados se aprobó establecer las elecciones el segundo domingo del mes de noviembre y la segunda vuelta el quinto domingo después de la primera votación. El Senado, en cambio, retomó la propuesta original del Ejecutivo.

Además, el texto regula la realización de nuevas elecciones presidenciales en caso de fallecimiento de los candidatos a segunda vuelta, impedimentos que afecten el Presidente electo para asumir la primera magistratura o vacancia del cargo de Presidente de la República dos o más años antes de la próxima elección.

En tales casos, la Cámara de Diputados aprobó que la nueva elección se realizaría 120 días después de la convocatoria, siempre que dicho plazo coincida con un día domingo. En caso contrario, la elección se realizará el domingo inmediatamente siguiente. El Senado, por su parte, redujo a 90 días dicho plazo.

Finalmente, el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, establecía un artículo transitorio respecto de las próximas elecciones, tanto presidenciales como parlamentarias, el cual fue eliminado por el Senado.