La destrucción de los sistemas de defensa antiaérea no es indispensable para la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia, estimó este jueves el ministro británico de Defensa, Liam Fox.

“En Irak esa no fue la manera como aplicamos la zona de exclusión. Existen alternativas”, declaró Fox en la radio BBC cuando se le preguntó si esa zona de exclusión requeriría atacar los sistemas de defensa antiaérea, como dijo la semana pasada su homólogo estadounidense Robert Gates.

“En lugar de eliminar la defensa antiaérea se puede decir que si un radar de defensa antiaérea se fija en uno de nuestros aviones, lo podemos considerar un acto hostil y tomar acciones posteriormente”, agregó sin dar más detalles.

Gates indicó la semana pasada que la imposición de una zona de exclusión aérea no sería una operación sencilla y exigiría bombardear los radares y misiles antiaéreos libios.

Fox insistió sin embargo en que para que se imponga una zona de exclusión aérea debe existir una necesidad demostrable, una clara base legal y un amplio respaldo internacional y regional.

“Si se llevara a cabo, sería para la protección de la población civil”, agregó desde Bruselas, donde los 28 ministros de Defensa de la OTAN se reúnen este jueves para analizar todas las opciones para hacer frente al líder libio Muamar Gadafi.

Dentro de la OTAN, “existe un consenso de que queremos tener una base legal para ello”, agregó Liam Fox.

Gran Bretaña y Francia están preparando un proyecto de resolución que podría ser presentado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para crear una zona de exclusión aérea en Libia e impedir así los ataques de la aviación leal a Gadafi.

Sin embargo, hay un gran debate sobre si una intervención extranjera en Libia está justificada.

Washington, que tiene todavía operaciones en Irak y Afganistán, aboga porque cualquier opción militar se tome en el marco de la OTAN y bajo mandato del Consejo de Seguridad, donde podría toparse con la oposición de China y Rusia, dos miembros permanentes opuestos a la resolución franco-británica.