Todo tiempo pasado fue mejor, así se recuerda el auge pesquero de antaño. Chile vivió su época de oro entre los años 1980 y 1998, siendo el pescador un componente esencial en la construcción de la economía del país, los productos del mar eran abundantes y parecían no tener fin.
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Ser patrón de pesca era uno de los oficios más cotizados, ya que en un mes se podía ganar hasta 27 millones de pesos y emplear alrededor de 18 trabajadores. La ley de pesca en 1995 no ponía límite a la extracción de recursos marinos. ¿El resultado?. Antes se producían 4,4 millones de toneladas de jurel mientras que hoy se produce 10 veces menos y esa cifra sigue en baja.
Para Luis Reyes, ex patrón de pesca de esa época dorada, la culpa la tiene íntegramente dicha ley, pues esta permitió que industrias pesqueras capturaran sin ningún tipo de control. Ante lo cual Agustín Cartes, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores Pesqueros, señala que la causa de la crisis fue la permisividad con que el Estado dejó ingresar a empresas pesqueras internacionales a realizar capturas en aguas chilenas, sin respetar ningún tratado.
“El mar ya no es 100% chileno, ahora parece ser de Perú, Finlandia, España y Noruega”, señala Cartes.
La fusión de las pesqueras y la reducción de personal, mantiene a los trabajadores en estado de alerta, tras las bajas capturas y la crisis que afecta al sector. Los expertos son tajantes, en 4 años no es posible recuperar la producción de jurel puesto que en ello incluyen diversos factores, no tan sólo la cuota de captura.
Conoce más detalles sobre el auge y caída pesquera en la crónica de Andrea Parra.
