Las familias de los líderes de la oposición reformadora en Irán Hosein Musavi y Mehdi Karubi confirmaron este martes su encarcelación, pese al desmentido de la justicia citada por la agencia FARS, según los portales internet de ambos dirigentes.

Dichos portales habían afirmado el lunes que los dos jefes de la oposición y sus esposas, que fueron sometidos a arresto domiciliario la semana pasada, fueron “detenidos y trasladados a la prisión de Heshmatieh de Teherán”.

No obstante, el lunes, la agencia semioficial FARS desmintió esta información citando una fuente judicial no identificada.

Los dos dirigentes reformistas “se encuentran actualmente en sus domicilios y solamente son objeto de restricciones en sus contactos con elementos sospechosos”, afirmó FARS.

“Según las evidencias de los últimos días, creemos que nuestros parientes no están en sus domicilios y sólo un encuentro inmediato con ellos puede desmentir las informaciones sobre su detención”, respondieron el martes las hijas de Musavi en el portal Kaleme.com del ex primer ministro.

“Rechazamos los desmentidos del arresto de (Musavi y Karubi) y de su traslado a la prisión de Heshmatieh que han publicado algunos portales gubernamentales de información”, agregaron.

La familia de Karubi también rechazó el desmentido de FARS. “Una de las nueras de Karubi fue esta mañana hasta su casa y no había nadie para responder”, afirmó Sahamnews.org, el portal del ex presidente del Parlamento.

Estas informaciones contradictorias sobre la suerte de Musavi y Karubi se producen en momentos en que los partidarios de los dos dirigentes de la oposición son convocados para una nueva manifestación el martes, la tercera en dos semanas, para reclamar su liberación.

El lunes, el poder, que ahora califica a los partidarios de Musavi y Karubi de “contrarrevolucionarios” pasibles de severas condenas, advirtió contra toda participación en esta manifestación, prohibida como todas las anteriores desde hace 18 meses.

Cualquiera que no respete la ley deberá responder de sus actos”, declaró el fiscal general iraní Gholam Hossein Mohseni Ejeie.