¿Quieres invitar a alguien a cenar pero no eres muy “docto” en el tema de los vinos?. Pues, para que no pases una vergüenza y que por el contrario, quedes como rey ante tu damisela, coloca atención a los siguientes consejos entregados por Planetajoy.

Daquella manera en Flickr

Daquella manera en Flickr

Si eres de los que les tiembla el pulso a la hora de elegir un vino acorde a la ocasión, ten en cuenta que:

1.- El primero no falla: Si el mozo ya está presionándote a raíz de tu demora, una buena salida sería pedir el primer vino que aparezca en la carta, así evitas que tu acompañante se sienta incómoda por la espera.

2.- Nunca elijas el más barato o el más caro: No cometas el error de pedir el vino más barato, ya que quedarías como un “tacaño”. En tanto, si escoges el más caro, te tildarán de “creído”.

3.- Primero la comida: Ten en cuenta que lo correcto es pedir en primer lugar los platos y luego el vino. Si haces esto, darás la impresión de que no eres un primerizo. Así también tienes más tiempo para escoger lo que beberán, pero ten presente el conocido adagio “carnes rojas con vino tinto y carnes blancas con vino blanco”.

4.- Revisa la cosecha: Al momento en que el mozo coloque en la mesa el vino, debes corroborar que la variedad sea la solicitada y que la cosecha sea relativamente nueva, sobre todo con los blancos.

5.- Oler y aspirar: Una vez que el garzón te sirva la copa, hazla girar y mientras, aspira su aroma, bébelo y disfrútalo unos segundos en tu boca. Si sientes que no está a temperatura adecuada o que el alcohol te quema un poco, puedes pedir que te lo enfríen, aún si es tinto.

6.- Vino defectuoso: Si percibes que el vino tiene un olor “rancio” o vinagre, no dudes en solicitar que te lo cambien. Ahora, si el sabor no es lo que esperabas, no es un buen consejo pedir otro.

7.- Sommelier suelto: Nunca aceptes la primera recomendación que te haga el mozo, pues suele ser el sommelier que se debe ofrecer por motivos que no incumben a tu paladar. Escoge el tercero o el cuarto, pues ya está en juego el prestigio de los vinos en la carta.

Esperamos que estos consejos te hayan servido y te hagan quedar como rey en tu próxima cena.