El Estadio Santa Laura pasó sin inconvenientes la inspección visual de las autoridades políticas y policiales de cara al choque del miércoles 30 entre Universidad de Chile e Internacional de Porto Alegre, por los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Esta mañana el recinto de Unión Española recibió la visita del Intendente Igor Garafulic y del Coronel Víctor Arroyo, jefe de la Prefectura Santiago Norte, quienes junto al presidente de Azul Azul, Federico Valdés, dieron su visto bueno a las instalaciones para el duelo con el cuadro brasileño.

El prefecto Arroyo dio a conocer que se trata de “un partido normal”, que no tendrá las medidas restrictivas de uno de ‘alta convocatoria’, por no existir condiciones para ello y que espera se mantenga en la línea de los últimos encuentros masivos, de una “fiesta del fútbol”.

Eso sí, el uniformado señaló que se dispondrán de cuatro anillos periféricos a los cuales se podrá acceder “sólo portando la entrada en la mano”, puesto que recordó a los hinchas que “no se venderán boletos en el estadio el día del partido”.

Según informó Federico Valdés, “hasta el día sábado (26 de septiembre) se habían vendido unas ocho mil entradas”, por lo que el timonel azul asume que Santa Laura lucirá un lleno completo con las 16 mil localidades dispuestas para la revancha, tras el 1-1 cosechado la semana pasada en Porto Alegre.

El Intendente Garafulic señaló que el reducto de Plaza Chacabuco “abrirá sus puestas tres horas antes” del inicio del lance, es decir a las 17:50 horas, por lo que el llamado es a “llegar temprano, para evitar aglomeraciones” como en la primera ronda de Copa Libertadores, ante Pachuca, en enero pasado, donde muchos se quedaron fuera por llegar tarde.

Por último, el Coronel Arroyo recordó a los asistentes las recomendaciones de siempre, como son ir sin fuegos artificiales, elementos contundentes y banderas con astas de madera o cualquier material duro, que pueda dañar a terceros. (UPI)