La policía malasia declaró el domingo que había hallado 24 esqueletos humanos, presumiblemente de migrantes, en fosas excavadas en la frontera con Tailandia, en el estado de Perlis.

En mayo pasado la policía ya había hallado 139 foscas comunes y 28 campamentos ilegales, en los que supuestamente fueron retenidas centenares de personas, un escándalo que sacudió al país asiático.

Las nuevas fosas fueron halladas el sábado en un cerro situado en plena jungla, no muy lejos de las tumbas descubiertas en mayo, informó el jefe de la policía estatal de Perlis, Shafie Ismail, citado por la agencias de noticias oficial Bernama.

“Creemos que las fuertes lluvias desenterraron las tumbas”, indicó.

Un total de 106 cuerpos fueron exhumados de las fosas halladas en mayo. En su mayoría son musulmanes de la minoría rohingya, creen las autoridades. Los rohingya son perseguidos en Birmania y Bangladés.

También se hallaron fosas comunes en el lado tailandés de la frontera.

En Birmania, los 1,3 millones de ronhingyas son apátridas considerados como inmigrantes bangladesíes.