Ucrania y los rebeldes separatistas firmaron el jueves en Minsk una hoja de ruta para restablecer la paz en el oriente ucraniano, que incluye un alto el fuego desde el 15 de febrero y la retirada de armas pesadas de la línea de frente.

“El Grupo de Contacto firmó el documento que preparamos con mucha tensión”, indicó el presidente ucraniano Petro Poroshenko, tras 16 horas de negociaciones en Minsk, en las que participaron los presidentes ruso Vladimir Putin, y francés François Hollande, además de la canciller alemana Angela Merkel.

El acuerdo, que según Alemania está lejos de garantizar la paz en Ucrania, retoma las grandes líneas de los acuerdos firmados también en Minsk en septiembre pasado y prevé un alto el fuego a partir del domingo, así como la retirada de beligerantes y de armas pesadas.

El acuerdo fue confirmado por Putin. “Conseguimos alcanzar un acuerdo sobre lo esencial”, declaró el presidente ruso.

A su vez, el líder separatista prorruso Alexander Zajarchenko afirmó que la hoja de ruta firmada este jueves da “esperanza para una resolución pacífica” del conflicto iniciado en abril en el este de Ucrania.

“No tenemos más remedio que darle esta oportunidad a Ucrania; todo el país cambiará”, dijo otro líder rebelde, Igor Plotnitsky, después de que ambos firmaran el documento.

Por su parte, François Hollande habló de una “solución política global y un alto el fuego” en Ucrania. Añadió que hay “una esperanza real” de resolver el conflicto aunque “no todo está hecho”.

Pero la canciller alemana rebajó claramente el optimismo exhibido por los demás dirigentes, al declarar que no se hace “ninguna ilusión”, ya que quedan “todavía grandes obstáculos” que superar antes de resolver el conflicto.

“Ahora tenemos un rayo de esperanza”, dijo Merkel en Minsk, según declaraciones transmitidas por sus consejeros. Pero “no me hago ninguna ilusión, no nos hacemos ilusiones”, añadió. “Habrá todavía grandes obstáculos por delante (…) aunque hay una verdadera ocasión de hacer evolucionar las cosas para mejor”.

Un tono similar adoptó el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, en un comunicado desde Berlín.

El acuerdo de Minsk “no es una solución global y todavía menos un avance” afirmó Steinmeier, aunque reconoció que se trata de un “paso adelante que nos aleja de una espiral de escalada militar”.

Poroshenko, Putin, Hollande y Merkel pasaron la noche en blanco en la capital de Bielorrusia negociando un acuerdo que ponga fin a diez meses de guerra en el este de Ucrania entre tropas leales a Kiev y separatistas prorrusos, que ha dejado ya más de 5.300 muertos.

Los “temas” de la hoja de ruta

La hoja de ruta firmada por el Grupo de Contacto -constituido por representantes ucranianos, rusos, rebeldes prorrusos y de la OSCE- incluye el alto el fuego desde el domingo, la retirada de los beligerantes y de sus armas pesadas y la creación de una zona tapón ampliada, que pasa de 30 kilometros a entre 50 y 70 kms en torno a la línea del frente.

“Todos los temas han sido tratados en este texto firmado por el Grupo de Contacto y los separatistas” declaró Hollande.

El conflicto en el este de Ucrania ha generado el peor período de confrontación entre Rusia y los países occidentales desde el final de la URSS en 1991.

Desde Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, había advertido al Kremlin que “si Rusia continúa con sus agresiones a Ucrania, sobre todo enviando soldados, armas y financiando a los rebeldes, el precio a pagar aumentará”.