Pese a que ocurrió el sábado, aun sigue llamando la atención la curiosa forma en que Johnny Quinn, miembro del equipo estadounidense de bobsleigh, tuvo que abandonar un baño de la Villa Olímpica de los Juegos de Invierno de Sochi.

El deportista de 30 años quedó encerrado mientras tomaba una ducha. Como estaba sólo y no tenía un teléfono cerca, no dudó en adoptar la única solución posible: romper la puerta, aprovechando su “entrenamiento”, tal como lo público en su cuenta de la red social Twitter.

El curioso hecho llamó la atención, primero en las redes sociales y luego en los diversos medios de comunicación de su país que cubren el evento, quienes han recordado el pasado de Quinn, de 1,88 metros de altura y cerca de 100 kilos de peso, como futbolista americano.

Te dejamos con los mensajes que Quinn publicó en Twitter