Tras los nuevos despidos en la fábrica Bellavista Oveja Tomé en el Bío Bío, los trabajadores aseguran que la empresa “murió”. En tanto, el gerente afirmó que no debe responder por los 30 funcionarios finiquitados, porque son decisiones internas.

Igor Ibáñez, dirigente de los trabajadores de la empresa textil, manifestó su preocupación por lo que para el sería el inminente cierre de la fábrica de telas.

Siendo categórico en su conclusión, sostuvo que la compañía “murió” porque sólo quedan 50 funcionarios contratados, quienes no están laborando debido a que no hay nada que hacer.

Al respecto, Ibáñez indicó que el gerente de la empresa, Luis Bartoli, los ha engañado y mentido, ya que se vendieron todos los telares y sólo quedan trabajadores de guardia, para tener tiempo y vender el resto de maquinarias.

El gerente, Luis Bartoli, señaló que todo está en regla y que la empresa no ha cerrado. Asimismo, manifestó que no se le deben sueldos a los trabajadores.

Pese a las declaraciones del gerente, el dirigente de los empleados informó que llevan tres semanas sin trabajar y que sólo esperan que se vendan las maquinarias restantes, para bajar el telón de la emblemática empresa textil de la zona, Bellavista Oveja Tomé.