La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, juramentó este miércoles a dos nuevos funcionarios, entre ellos un cura que dirigirá el organismo estatal contra el narcotráfico, en una ceremonia en la que abandonó el luto al vestirse de blanco.

La designación del sacerdote Juan Carlos Molina se conoció la semana pasada y desde ahora estará a cargo de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), dependiente de la Presidencia.

La tarea en el organismo del sacerdote, que ejercía su rol pastoral en la provincia de Santa Cruz donde gestó una cercana relación con la familia Kirchner, estará enfocada en la recuperación del adicto y en “trabajar en los lugares en donde el narco afecta a los pibes” (niños), según el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

La Iglesia católica aclaró que Molina, quien se presentó vestido con traje y camisa desabrochada al cuello, asumía su cargo a título personal y que le habían sido retiradas las licencias ministeriales para el ejercicio público del ministerio sacerdotal.

En la ceremonia en la Casa de Gobierno, la mandataria se presentó con un vestido totalmente blanco.

La jefa de Estado mantuvo un luto riguroso a partir de la muerte de su esposo y expresidente Néstor Kirchner (2003/2007) el 27 de octubre de 2010, aunque en las últimas apariciones había comenzado a usar conjuntos de faldas o pantalones negros combinados con una camisa o blusa blanca.

En la ceremonia, también prestó juramento como ministra de Seguridad María Cecilia Rodríguez, una especialista en catástrofes que trabajó en el Huracán Mitch en Nicaragua y Honduras en 1998 y en El Salvador en ocasión del terremoto de 2001.

También actuó en Belice por el Huracán Iris en 2001, en Indonesia tras el tsunami de 2004 y en el sismo de Haití en 2010.