La Fiscalía cerrará investigación de un universitario muerto en extrañas circunstancias, mientras compartía con amigos en una cabaña, en Valdivia. El informe pericial consolidado indica que no hay antecedentes para acusar a personas por lo ocurrido.

Casi tres años duró la investigación de la fiscal Patricia Ibarra, por la muerte del ex estudiante de la Universidad San Sebastián, Emmanuel Uribe Cañete, cuando estaba con otros jóvenes en una cabaña de calle Beauchef, en julio del 2010 cuando recibió un disparo en la cabeza de un revólver.

Un informe consolidado contrastó la opinión de peritos del Labocar de Santiago y de la experta forense Vivian Busto del Servicio Médico Legal, además de peritos planimétricos y fotográficos, complementado con el análisis pericial de evidencias.

La conclusión, según Ibarra, es que no hubo intencionalidad en el disparo, el cual pudo ser autoinducido de forma accidental, encontrándose rastros de pólvora en una manga de la chaqueta de Emmanuel Uribe.

La abogada agregó que uno de los peritos de la investigación elaboró una presentación en 3D, en la que indica la factibilidad de que el revólver se le haya disparado a la propia víctima, sobre la base de su posición –sentado en una silla- y la distancia del disparo, que superó los 20 centímetros. En todo caso, la fiscal confirmó que en el arma no se encontraron huellas.

Pero para la madre del universitario, Elisa Cañete, hay hechos que simplemente no calzan. Primero, que su hijo era zurdo y no diestro, cuando el informe pericial dice que el disparo fue ejecutado desde el lado derecho.

Otra incongruencia para la mujer es que al llegar la policía, el revólver estaba en el suelo y debajo de la mano de su hijo, lo que se contradice con la opinión de la experta del Servicio Médico Legal, que dice en su informe que un arma cuando es disparada retrocede por la fuerza empleada, quedando alejada del cuerpo.

La mujer sostuvo que para ella el caso aún no debe cerrarse.

El Tribunal de Garantía de Valdivia fijó una audiencia para el 1 de julio, día en que la fiscalía comunicará la decisión de no perseverar, justo una semana antes que se cumplan 3 años de la muerte de Emmanuel Uribe Cañete, la cual quedaría impune.