El expresidente argentino Fernando de la Rúa (1999/2001) se declaró inocente este martes ante el tribunal que lo juzga junto a otras seis personas acusadas por sobornos para que el Senado aprobara en 2000 una reforma laboral exigida por el FMI, constató la AFP.

“Llego a declarar para demostrar mi inocencia e inexistencia del hecho. Esto (los supuestos sobornos) es algo que nunca supe y que nunca existió”, dijo el exmandatario, de 74 años, sentado frente a los jueces.

Vestido de saco azul, camisa celeste y corbata verde, De la Rúa comenzó a declarar pasadas las 17H15 locales (20H15 GMT) y se esperaba que lo hiciera por al menos dos horas, según pidió su defensa.

La causa ventila el escándalo de las denuncias del arrepentido Mario Pontaquarto, un exsecretario parlamentario, sobre el pago de unos cinco millones de dólares a senadores para que votaran a favor de la norma que eliminaba derechos laborales y que fue exigida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como condición para mantener el apoyo financiero al gobierno de De la Rúa.

En su defensa, el expresidente negó que la flexibilización laboral haya sido exigida por el FMI.

Al asumir el gobierno en diciembre de 1999, De la Rúa dijo que se encontró con un país con “una altísima deuda externa y era necesario hablar con los organismos financieros internacionales, incluido el FMI, pero nunca se sacó ese tema”.

“En las 12 causas judiciales que tuve, nadie me atribuye que me haya enriquecido. Entré (al gobierno) más rico de lo que salí”, insistió, al negar haberse enriquecido durante los dos años que estuvo en el gobierno.

Actualmente fuera de la política, De la Rúa, que estaba enrolado en el ala conservadora de la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR, ahora oposición), renunció a la presidencia el 20 de diciembre de 2001 en medio de una revuelta popular que dejó un saldo de una treintena de muertos en Argentina.