No le importa si dicen que es un sacerdote atípico o rebelde, o si va en contra de alguna doctrina o conducta religiosa. Para el obispo de Aysén, Luis Infanti de la Mora, hablar de lo que cree correcto es parte de la misión religiosa que asumió cuando decidió consagrar su vida a la iglesia Católica. Dentro de ello, la defensa del Agua y en general de los recursos naturales tiene una casi obligatoria presencia en el discurso que entrega a sus feligreses y a quien quiera escucharlo.

En conversación con Radio Bío Bío en Osorno, y en el marco de la realización de la Jornada de Reflexión y Defensa del Agua en la cual se reunió con comunidades mapuche Huilliche y organizaciones sociales de la provincia, el obispo profundizo en su visión respecto a Chile y sobre el papel que la Iglesia Católica debe jugar en conflictos sociales.

En este sentido, Infanti tomó como ejemplos las protestas contra HidroAysén, en las que estuvo presente junto a la comunidad, y también mencionó el emplazamiento de futuros proyectos hidroeléctricos que afectarán directamente el acceso al agua de comunidades indígenas de la región de Los Lagos y a la cultura que desarrollan en su territorio.

A su juicio, Chile es un país donde todo se vende y donde existen personas que se sienten dueños del patrimonio natural y social.

De ahí a que el prelado crea que la misión de la Iglesia va más allá de la mera prédica dominical, avanzando hacia el enrostramiento de las desigualdades sociales del país, situación que recae directamente en aquellos que concentran el poder económico.

Y es que según reconoció, para él la problemática hidroeléctrica en la provincia que encabeza era un tema absolutamente aislado, que sólo vio iluminado cuando comenzó a ver los enfrentamientos entre los propios ayseninos a causa del que califica como “maldito proyecto de Hidroaysén”.

Proyecto que, según dijo, responde a una decisión político-económica que establece monopolios en el ámbito energético y que margina otras alternativas en la materia.

Una situación que en Osorno ve como epicentro a territorios indígenas y que ha motivado la directa oposición de las comunidades.

Por todo esto es que Luis Infanti de la Mora enfatizó en que, ante estas situaciones, la Iglesia Católica no debe guardar silencio, menos aun ser considerada ser un poder pues de lo contrario puede confabularse con aquellos poderes que crean la marginación en el país.

Ahora bien, para el obispo se trata de una función de la iglesia que debe buscar la paz social. Y es que finalmente las consecuencias de estas problemáticas son violentas, añadiendo, sin embargo, que “todo tiene su causa”.

“Danos hoy el agua de cada día”, titula la carta pastoral que escribiera Luis Infanti a raíz del conflicto de Hidroaysén, que recontextualiza el tradicional Padre Nuestro de acuerdo a la problemática del recurso hídrico, en una cita que podría ser la que mejor expresa el pensamiento del obispo de Aysén sobre la realidad actual del país.

Su estilo es decir lo que cree correcto de acuerdo a la doctrina religiosa a la cual pertenece. Doctrina que según su interpretación protege el agua y los recursos naturales y los define como propiedad de la vida, que no puede ser de unos pocos.