Las jóvenes del grupo de punk rock ruso Pussy Riot, juzgadas en Moscú por una “oración punk” contra Vladimir Putin en febrero, denunciaron el miércoles un juicio “ilegítimo”, quejándose de que se encuentran en un estado fatiga extrema y carecen de alimentos.

“Estamos medioconscientes, casi no dormimos, hoy no dormimos nada”, declaró una de las acusadas, Nadejda Tolokonikova, en el tribunal.

“No podemos participar plenamente” en los debates, dijo mientras la presidenta de la jurisdicción pedía ayuda médica de urgencia por segunda vez en la audiencia, a petición de las jóvenes que decían sentirse mal.

“Rechazamos participar en un proceso ilegítimo, vamos a pedir a los alguaciles sacarnos de aquí”, protestó Maria Alejina, luego de que la presidenta del tribunal rechazara reducir la duración de las audiencias.

“Los médicos las han examinado, ustedes violan el procedimiento judicial”, respondió la juez Marina Syrova, durante un intercambio de frases con la defensa, lo que condujo a la abogada Violetta Volkova a salirse súbitamente de la sala.

“¡No es un proceso!”, protestó.

La presidenta del tribunal lanzó luego una advertencia formal a la abogada por haber salido de la sala sin permiso.

Los abogados de la defensa se quejaron en varios momentos de que sus clientas, detenidas provisionalmente desde hace cinco meses, deben levantarse a las 05:00 y son mantenidas durante varias horas en pequeños espacios sin aeración y luego son conducidas al tribunal para audiencias que duran a veces 12 horas.

Nadejda Tolokonikova, de 22 años, Ekaterina Samutsevisch, 29 años, y Maria Alejina, de 24 años, deben responder de “hooliganismo”, delito por el que pueden ser condenadas a hasta siete años de prisión.

Son procesadas por haber pronunciado el 21 de febrero, con sus rostros cubiertos, con guitarras y sonorización, una “oración punk” titulada “¡Maria medre de Dios – saca a Putin!” dentro de la catedral de Cristo Salvador, en la capital rusa.

Las acusadas claman su inocencia y consideran no haber cometido ningún delito.

Afirman que fueron animadas por el deseo de mejorar la situación política en el país donde el presidente Vladimir Putin está confrontado a una protesta sin precedentes desde su llegada al poder hace 12 años.