Ecuador planteó a varios países de la región declarar personas no gratas al nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, y a los senadores que destituyeron a su antecesor Fernando Lugo, reveló este miércoles el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.

“Lo que nosotros estamos planteando y comentando con algunos países es la posibilidad de sí declarar personas no gratas a esos congresistas (…) y al vicepresidente que asumió la presidencia de este régimen ilegítimo”, dijo Patiño a la prensa.

El ministro no detalló las naciones con las que Quito está discutiendo esa propuesta, limitándose a señalar que son “gobiernos amigos”.

“Con esto no los afectamos económicamente, pero sí damos un mensaje fuerte de que en América del Sur no vamos a seguir aceptando este tipo de quiebre al orden constitucional”, agregó.

Patiño reiteró que Ecuador no reconocerá a Franco por considerar que el juicio político mediante el cual fue destituido Lugo el pasado 22 de junio, es “absolutamente ilegítimo (porque) violó los derechos universales al debido proceso, a la defensa”.

El canciller también ratificó su desmentido en cuanto a que él o el embajador de Ecuador en Paraguay, Julio Prado, junto con el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, hubieran arengado a los militares paraguayos para que defendieran a Lugo previo a su destitución.

“Nunca asistimos a ninguna reunión con los militares ni en la Presidencia ni fuera de la Presidencia” de Paraguay, aseguró Patiño, quien estuvo en Asunción el 22 de junio junto con una delegación de cancilleres de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) que viajó a ese país con motivo del juicio.

Hace una semana, la ministra de Defensa de Paraguay, María Liz García, denunció que Maduro, acompañado de Prado, se presentó en el gabinete militar de la Presidencia, con sede en el palacio de gobierno, mientras tenía lugar el juicio político a Lugo, y “pidió (a los uniformados) que respondieran en ese momento, conforme a lo que le ocurriera al ex presidente”.

A raíz de esa acusación, legisladores de las dos cámaras paraguayas acusaron a Maduro de intromisión en asuntos internos y lo declararon persona no grata.