En la ventisca de las noticias uno tiende a quedarse entumido de puro desamparo, pero luego uno se acuerda que el desamparo no es otra cosa que la libertad, la amada libertad cuando las cosas no están saliendo bien.

Basta con escarbar un poco, mirar lo que apenas está disimulado detrás de las noticias falsificadas o caricaturizadas y reflexionar sobre lo que asoma detrás de la basura.

Es que las cosas andan mal por todas partes, y no es que haya una siniestra racha de mala suerte. En palabras del premio de economía de 2009, lo malo que sucede es el resultado de decisiones erróneas tomadas a partir de informaciones e ideas erróneas.

Sin embargo, a juicio de muchísimos cristianos y musulmanes las malas cosas que están sucediendo se debe a que el diablo está metiendo su cola en los asuntos humanos.

Escucha aquí la crónica producida y dirigida por Ruperto Concha.