El ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, de 85 años, fue puesto bajo prisión domiciliaria en espera de un juicio en el que podría ser condenado a 30 años de cárcel.

La resolución de la Jueza Primera de Alto Riesgo, Patricia Flores, abre el camino para que Rios Montt, sea el primer golpista acusado por genocidio en el marco de una guerra de 36 años en Guatemala, según un informe avalado por la ONU.

Esta es la primera vez que el dictador presenta su declaración ante un juzgado y lo hace 13 días después de que perdiera la inmunidad que tenía como diputado, al iniciar la nueva legislatura del Congreso el pasado 14 de enero.

El Ministerio Público tiene ahora hasta el 17 de marzo para presentar el acto conclusivo, es decir, presentar toda la investigación penal y en ese proceso la jueza determinará si el ex dictador es llevado o no a juicio oral y público.

El arresto domiciliario “es como si (Ríos Montt) estuviera libre. Nos duele (…) No era lo que esperábamos”), comentó la directora de la Fundación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), Aura Elena Farfán.

El fallo de la jueza coincidió con la aprobación en el Congreso guatemalteco de un decreto que ratifica el Estatuto de Roma (1998), bajo el cual el país adhiere a la Corte Penal Internacional (CPI).

La medida implica que Guatemala admite que la CPI pueda juzgar delitos de lesa humanidad, de guerra y genocidio.

Ríos Montt, que gobernó con mano de hierro, y miembros de su alto mando son acusados desde 2000 por la Asociación Justicia y Reconciliación de haber ordenado masacres en poblaciones indígenas durante la guerra que sufrió el país, de 1960 a 1996, y que dejó 200 mil muertos y desaparecidos.