A un año de la tragedia de la cárcel de San Miguel donde 81 internos murieron en un incendio, el Gobierno reiteró su compromiso con mejorar las condiciones carcelarias, reducir el hacinamiento e incrementar la calidad de gestión a Gendarmería.

El ministro de Justicia, Teodoro Ribera, visitó el piso 4 del ala sur de la cárcel de San Miguel, donde el 8 de diciembre del año pasado se produjo la tragedia y donde ahora, completamente renovado alberga a las primeras 150 internas, dentro del programa de traslado de mujeres a este recinto penal.

El titular de Justicia fue claro en que pese a los esfuerzos del Gobierno las tasas de hacinamiento carcelarias siguen siendo altas por lo que en los últimos meses se ha trabajado en mejorar los recintos penales, redistribuir a los internos e impulsar iniciativas que permitan a reos novatos evitar la cárcel, generar programas de rehabilitación reales y medidas alternativas de sanción.

Por todo esta tarea pendiente el ministro Ribera no descartó que una tragedia como la de San Miguel pueda repeterirse.

En tanto Luis Masferrer, director de Gendarmería, resaltó todo el trabajo que ha desarrollado su institución para mejorar la calidad de vida de los internos del país y especialmente de la capital.

También fue claro en que se trabaja por la igualdad de géneros por lo que las mujeres también están siendo beneficiadas con mejores condiciones al ser trasladadas a las remodeladas dependencias de San Miguel.

En tanto el defensor nacional Georgy Schuber reconoció los esfuerzos que se han hecho para reducir el hacinamiento, recalcando en todo caso que aun hay muchos temas pendientes.

Dentro de los homenajes para recordar la muerte de los 81 internos el 8 de diciembre de 2010 se realizó una misa en la catedral Metropolitana, luego se descubrirá un memorial en las afueras de la cárcel de San Miguel y esta noche se desarrollará una vigila hasta las 5 de la madrugada, momento en que se desató la tragedia.