La comisión de derechos humanos de la Asamblea General de la ONU condenó este martes la represión del gobierno sirio contra manifestantes que piden la salida del presidente Bashar al Asad.

La resolución, adoptada con 122 votos a favor, 13 en contra y 41 abstenciones, entre ellas la de Rusia y China, condena las “ejecuciones arbitrarias y el uso excesivo de la fuerza” sobre los manifestantes que protestan contra el régimen.

En tanto, el embajador sirio ante la ONU acusó de “incitar a una guerra civil” a los países europeos impulsores de la resolución: Gran Bretaña, Francia y Alemania.

El texto “condena enfáticamente las continuas violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos por parte de las autoridades sirias”, destacando las “ejecuciones arbitrarias”, “torturas” y “persecuciones” contra manifestantes y activistas de derechos humanos.

Rusia y China vetaron en octubre una resolución del Consejo de Seguridad condenando la represión del gobierno de Al Asad, que desde marzo ha dejado más de 3.500 muertos según la ONU.

“La comunidad internacional no puede permanecer en silencio”, dijo el embajador británico, Mark Lyall Gran, durante un debate sobre la resolución para presionar al gobierno sirio a adoptar el plan de paz propuesto por la Liga Árabe.

El canciller francés Alain Juppé saludó la resolución y llamó “con fuerza” a Siria a escuchar este mensaje y a que “actúe en consecuencia de manera inmediata”.

La resolución es co-patrocinada por más de 60 países, de los cuales seis son árabes: Arabia Saudita, Marruecos, Jordania, Qatar, Barein y Kuwait.