Diferentes casos en afiliantes de cajas de compensación demuestran las denuncias de usura contra ellas, en la provincia del Bío-Bío.

Uno de los usuarios, solicitó un préstamo de 300 mil pesos que debía pagar en cuotas en 10 meses. Durante los últimos días, se percató que se trataban de 84 cuotas. Él cree que el aumento, se debe a su intención de de desafiliarse de la caja, pero aún no obtiene explicación alguna por parte de la institución.

Otro caso, en Santa Bárbara, es el de una mujer de 84 años que pidió un préstamo y tuvo que reprogramarlo. Todas las explicaciones del hecho fueron dadas a su hijo analfabeto.

Su sobrino, Álvaro Cáceres, señala que estas situaciones convierten a las cajas de compensación en un instrumento poco seguro para los adultos mayores.