Sin duda la excursión a las cataratas de Fumaça en el municipio brasileño de Diamantina, es una peripecia sólo para valientes. Con una caída que sobrepasa los 400 metros de altura y sin rejas de protección, los turistas a duras penas logran vencer el vértigo para admirarlas recostados sobre sus rocas.

Sin embargo lo que más llama la atención es la temeridad del guía, quien durante este video se acercaba peligrosamente a la orilla mientras bromeaba con los visitantes. ¿Te atreverías?…