Un derrame de crudo que se inició el viernes por la noche en un arroyo de Uruguay producto de la rotura de un oleoducto durante una operación de mantenimiento, fue controlado pocas horas después al cerrarse una válvula, informaron autoridades de la petrolera estatal Ancap.

La fuga se produjo cuando se realizaban reparaciones en el oleoducto que conecta la boya petrolera de José Ignacio, sobre la costa atlántica en el departamento de Maldonado (este) receptora de las cargas que traen buques petroleros, con Montevideo, donde Ancap tiene una refinería de crudo.

Los técnicos lograron cerrar una válvula donde se inicia el traslado del crudo en José Ignacio, 80 km al este del punto de rotura del ducto en el arroyo Solís Grande (sur), maniobra que detendría el vertido de petróleo.

Pese a haber sido controlado, las autoridades aún desconocían la magnitud del derrame, según informaron a la prensa local, y prevén obtener informaciones más precisas al continuar las tareas de limpieza este sábado con luz diurna.

El vicepresidente de la empresa estatal de combustibles Ancap, Germán Riet, señaló la noche del viernes que, además de cerrarse la válvula, se colocaron barreras para evitar que el crudo llegara hasta el Río de la Plata y se buscaba succionar el petróleo derramado en las aguas.