“A diferencia de otros, nosotros pagamos”: Así a codazos se acerca un periodista chileno a la mujer de Renán Ávalos, uno de los 33 mineros rescatados desde el yacimiento San José, y le pide que él le cuente de forma exclusiva su hazaña de sobrevivir tras haber pasado más de dos meses sepultado a más de 600 metros bajo tierra.

Rescate

Rescate de Luis Urzúa | Fotopresidencia.cl

Brunela, quien acaba de ver a Renán al interior del hospital de Copiapó -donde fue ingresado junto a sus compañeros tras el rescate del miércoles-, responde que iba a hablar con su pareja sobre el ofrecimiento.

Ella, como otros familiares, cree que los mineros enterrados en la mina San José deberían pasar factura por lo que vivieron durante dos meses, en una historia con todos los elementos dramáticos para contener el aliento de todo el planeta.

“Es lo lógico. Los medios ganaron mucho dinero con nosotros, nosotros también deberíamos ganar”, dijo a la AFP, tras declararse feliz tras reencontrarse con Renán después de tanto tiempo.

“Fue súper emocionante el encuentro con mi negro”, cuenta.

Renán, de 29 años, fue uno de los últimos en salir de la mina donde trabajaba desde hacía cinco meses, y quedó encerrado tras un derrumbe que ocurrió el 5 de agosto.

Pero Brunela no es la única que piensa en cobrar. Según la media hermana del minero Claudio Yáñez Lagos, él y sus compañeros hicieron un acuerdo para cobrar cada uno 20 millones de pesos (unos 40.000 dólares) por entrevista.

“Se pusieron de acuerdo para cobrar. Estaban diciendo 20 millones de pesos”, aseguró Jennifer Navarrete Lagos, a su salida del hospital.

Cristina Muñoz se sorprende sin embargo con la información. “A mí no me ha dicho nada de eso. Y si van a cobrar la plata será para su familia. Es decir para mí y sus dos niñas”, afirma.

Poco días antes del extraordinario rescate, unos 2.000 periodistas se acreditaron en el campamento Esperanza, al pie de la mina San José, buscando conocer las minucias y desventuras que padecían los mineros enterrados.

Aquí ya corría el dinero. “Es que aquí todo el mundo está cobrando, ¿y yo qué?”, le reclamó a la AFP la mujer del minero Carlos Mamani.

Tras el rescate, la lucha es por conocer la historia de boca de los propios mineros. Saber cómo sobrevivieron en la lúgubre y calurosa mina y si hubo conflictos.

Un medio español ofreció dinero para que Ariel Ticona, de 29 años -quien fue padre mientras estuvo enterrado de una niña llamada Esperanza-, pose en una fotografía en el reencuentro con su hija, aunque la imagen de su bebé rozagante y vestida de rosado a las pocas horas de nacer, ya dio la vuelta al mundo.

Otros, como un guardia del seguridad del hospital en Copiapó, ofrecen a los medios imágenes tomadas a través de un celular de los mineros arribando a su sala de internación. “Si la quieres te la doy por 15.000 pesos”, dice.

Pero el hermano del minero Jonni Barrios piensa que es absurdo cobrar. “¿Cobrar? ¿Cómo vas a cobrar?, Los medios de comunicación dieron a conocer en todo el mundo a nuestra tierra y a nuestros mineros. Fueron muy importantes”, responde.

“El por nada del mundo cobraría, afirmó. “Vive y vivirá siempre con el sueldo de minero”, aseguró.