¿Sabías que el tacto puede condicionar nuestro actuar y modo de pensar? Y es que no da lo mismo tocar una tabla o una seda cuando tenemos que tomar una decisión importante o negociar con alguien.

Foto: Mch

Foto: Mch

De acuerdo a una investigación de las universidades de Harvard, Yale y el instituto MIT de Estados Unidos y recogida por revista Muy Interesante, lo que tocamos puede modificar lo que pensamos.

Tras realizar 6 simples experimentos se comprobó que el sentido del tacto -que es el primero que adquirimos cuando somos bebés- influye en los procesos cognitivos.

Una de las 6 pruebas que se hicieron, consistió en analizar el actuar de un grupo de personas mientras negociaban el precio de un auto. Quienes estaban sentados en sillas rígidas eran más firmes en su postura, en cambio aquellos que estaban en sillones cómodos eran muy flexibles.

Asimismo, en otra de las experimentaciones, se les entregó una manta suave a un primer grupo y al segundo, un pedazo de madera y luego se les contaba una historia acerca de un trabajador y un supervisor. Los que portaban el trozo de tabla dijeron que la conducta del trabajador era estricta, mientras los demás no opinaban lo mismo.

En tanto, para analizar el efecto de una textura, pasaron rompecabezas a los participantes del estudio antes de escuchar una pequeña historia. A unos se les entregó piezas suaves y a otros ásperos. Quienes tenían el puzzle áspero consideraron la historia como dura.