La noche del jueves en la casa ‘La Chascona’, museo de Pablo Neruda, se presentó el libro de poemas ‘Ruda’, del destacado autor chileno Germán Carrasco.

Recién traducido al italiano, antologado en España, Carrasco llega a librerías con un poemario a su estilo: callejero, culto y provocador, donde dispara contra las ‘vacas sagradas’. Así para este poeta, la ruda es un escudo, es protección; es la criptonita para los demonios, es una planta sobria y mistraliana. Y el libro es un libro de protección y de amor.

El poeta Sergio Parra señala que “La poesía de Germán Carrasco es una bisagra entre la generación de fines de los ’80, con nombres como Malú Urriola, Guillermo Valenzuela, Víctor Hugo Díaz, y su generación. Jóvenes que pasaron por la universidad, más académicos por lo mismo, pero la diferencia es que Carrasco tiene los dos pies en la calle y la cabeza en el texto”.

En ‘Ruda’, Carrasco muestra toda su cocinería, con los ingredientes que trabaja, y continúa un proyecto que quedó frustrado, que es la obra incompleta de Rodrigo Lira, y leer este libro es escuchar de fondo a Lira. Arma los mismos mecanismos para incluir y dialogar con otros personajes de la poesía chilena, a través del coa y del lenguaje conversacional.

Carrasco desarrolla ideas de un libro clave de su obra que es “La insidia del sol sobre las cosas”, conformando poemas sobre el mundo del vecindario, la amistad y el desafío literario, y con esto construye una ciudad narrativa. Es el puente entre la ciudad letrada y la ciudad callejera, volviéndose un cronista que observa e incorpora hablas a sus textos, caminando junto al lector, al que le hace guiños y cómplice de sus poemas.