La actriz confesó en 2020, que para ella la comunicación es clave para una relación y que ciertamente le fascina la honestidad que existe entre quienes practican el sexo kink.

Emma Watson suele mantener su vida privada lo más privada posible. Pocas veces habla de sus relaciones o de sus parejas, pero en 2020 hizo una excepción y confesó detalles de su visión sobre el llamado kink sex (o sexo kink).

En una conversación para Teen Vogue con Valerie M. Hudson, profesora de ciencias políticas y autora de Sex and World Peace, que por estos días se está nuevamente viralizando, la actriz habló cómo la comunicación y consentimiento juegan un rol clave en las relaciones, y confesó que se siente “ligeramente fascinada” por la cultura de esta práctica.

“Muchas de las relaciones más saludables que he visto han sido entre parejas del mismo sexo porque, creo, tienen que sentarse y ponerse de acuerdo [sobre] las cosas”, aseguró. “Están de acuerdo [en] cosas entre ellos en lugar de [aceptar] ciertos conjuntos de suposiciones y expectativas que se hacen”.

“También me he sentido ligeramente fascinada por la cultura kink (pervertida) porque son los mejores comunicadores de todos los tiempos. Lo saben todo sobre el consentimiento”, continuó Watson.

“Destruyen esas cosas porque realmente tienen que conseguirlas, pero todos podríamos usar esos modelos; en realidad son modelos realmente útiles”, agregó.

Pero, ¿qué es el sexo kink que admira Emma Watson?

El diccionario Merriam-Webster lo define como un “comportamiento o gusto sexual no convencional” que incluye una amplia variedad de preferencias, que va desde simplemente estar atado o esposado (bondage) hasta una relación de dominancia-sumisión.

“En lo que parece reducirse, no es a cuántos látigos y cadenas están involucrados, sino qué tan abiertamente estás dispuesto a hablar sobre el sexo que estás teniendo en los términos más descarados”, explicó a la National Public Radio,​​ la socióloga y kinkster, Julie Fennell.

Pero más allá de la comunicación de la que hablan Emma Watson y Fennell, el sexo kink también trae beneficios a la salud.

El psicoterapeuta y consejero sexual, Ian Kerner, afirmó a Daily Mail que este tipo de contacto físico puede estimular el cuerpo en muchas más formas que el sexo regular.

1. Reduce el estrés

De acuerdo a un estudio realizado en 2009, por la Universidad del Norte de Illinois, el sexo kink hace que sus participantes disminuya los niveles de cortisol en el cuerpo, conocido como también como la ‘hormona del estrés’, que, entre otras cosas, regula los niveles de glucosa (azúcar en la sangre), las respuestas inmunitarias y la inflamación.

Una de las razones tras este beneficio, es que algunos de los participantes entran en un “estado de atención plena”, similar a la mentalidad que reportan los atletas cuando están a punto de cumplir sus metas.

2. Fortalece la inmunidad

El sexo kink permite que se lleve a cabo un proceso de limpieza clave para el sistema inmunológico.

De acuerdo a Dra. Sandra LaMorgese, autora y sexóloga, algunas de las prácticas de este tipo de relaciones, como las nalgadas, provocan una emoción especial que hace aumentar el flujo de sangre al cerebro, que suele liberarse con el coito tradicional.

Esto permite que órganos y músculos se renueven con nuevo oxígeno y hormonas, y que la sangre ya utilizada se elimine junto con “los productos de desecho que causan fatiga e incluso enfermedades en las células cerebrales”.

La razón tras esta emoción se debe a que “la piel es el órgano más grande del cuerpo, con millones de receptores justo debajo de la superficie. Cuando alguien toca nuestra piel a través de masajes, juegos, abrazos, manos o sexo físico, comenzamos a experimentar la curación fisiológica y física”.

3. Aumenta serotonina

Tal como explicaba Watson, este tipo de relaciones requiere de una comunicación honesta, fluída y transparente, y ese tipo de comportamiento puede hacer que el cuerpo libere hormonas como la serotonina,
cuya función es ayudar con la energía y sensación de felicidad.