Un bebé de sólo dos meses y medio casi pierde cuatro dedos de su pie izquierdo luego de que un pelo de su madre se enredara entre éstos por alrededor de 14 horas, lo que cortó su circulación sanguínea.

La mujer, Alex Upton, de 26 años, quiso dar a conocer su caso para advertir a otros padres del peligro que puede significar que un aparentemente inofensivo cabello llegue a las extremidades de sus hijos pequeños.

Alex, oriunda de Paignton (Inglaterra), mostró una serie de imágenes donde se ven los dedos rojos e hinchados de Ezra, aprisionados con un largo pelo enrollado.

La mujer dijo que el lactante pudo requerir la amputación de sus dedos si no se hubiera dado cuenta a tiempo. Ella notó que algo iba mal cuando el niño despertó llorando y rechazó la leche.

Alex Upton
Alex Upton

“Temía que Ezra pudiera perder algunos de sus dedos del pie y fácilmente podría haber necesitado que se los amputaran si no hubiera notado el cabello en ese momento. Debe haber estado allí durante 12 a 14 horas porque sólo lo noté por la mañana”, dijo la joven madre.

“No estaba tomando nada de su leche y sólo gritaba. No fue hasta que lo estaba cambiando y vi el pelo que me di cuenta de por qué estaba tan inquieto”, añadió. “Era una sola hebra”, explicó al diario inglés Daily Mail.

“Tiré del cabello y me di cuenta de lo apretado que se había enrollado alrededor de sus dedos”, comentó. “Estaba tan apretado que llegó al punto en que no podía sacarlo. Sus dedos son tan pequeños que era difícil meterse debajo del pelo”, agregó.

Alex Upton
Alex Upton

Upton llamó desesperada a su esposo Ben, de 29 años, y pensó en llevar a su hijo al hospital, ya que no podía quitarle el pelo, pero al final lo logró usando una pinza.

“Después de eso, llevé a Ezra a un médico para que lo revisara y le puso un poco de crema antibacteriana. Ciertamente voy a estar revisando todos los pelos de ahora en adelante. Me sentí horrible. Simplemente no puedo creer que las matronas o los médicos no te adviertan de este riesgo cuando tienes un bebé”, indicó.

Por lo mismo, Upton instó a otros padres a vigilar bien a sus hijos al bañarlos o vestirlos. “Mi consejo para cualquier padre es que cuando cambies a tu bebé o le pongas calcetines, o incluso cuando lo saques del baño, revísalo a fondo y asegúrate de que la ropa esté bien y no haya ningún cabello suelto por ahí”, afirmó.

Alex Upton
Alex Upton

“Por suerte, Ezra está bien ahora y de vuelta a su estado normal”, puntualizó.

Síndrome de torniquete de cabello

La situación que sufrió este niño se conoce como Síndrome de torniquete de cabello, que ocurre cuando un pelo se envuelve alrededor de una parte del cuerpo y corta la circulación.

Puede afectar a dedos, extremidades, genitales, lengua o cordón umbilical (cuando los bebés aún no lo han perdido), provocando enrojecimiento o decoloración, hinchazón leve a severa o hendidura. Ojo que puede que incluso el cabello no se vea de tan apretado que puede estar.

Alex Upton
Alex Upton
Alex Upton
Alex Upton

Se recomienda a las madres que se cepillen el cabello con regularidad para evitar que el cabello suelto caiga en cualquier parte y mantener el cabello recogido cuando estén con el bebé, además de revisar bien el cuerpo de los lactantes al cambiarlos.

De hecho, hay casos en que niños han debido someterse a cirugías reconstructivas para reparar el daño causado. En abril de este año, Gemma Fraser de Edimburgo, contó cómo un mechón de su cabello había unido dos dedos de un pie de su hija Orla, de 3 meses.

La pequeña debió ser operada porque la piel quedó muy dañada y no sanaba.

“Se debe informar a las personas para que revisen al bebé todos los días. El cabello es increíblemente fuerte y puede actuar como alambre de pesca. Esto ha llevado a que los bebés tengan dedos amputados. También puede afectar al pene”, indicó la matrona británica Cass McNamara.

Alex Upton
Alex Upton

“No sólo puede ser pelo. El torniquete también puede ser algo así como una hebra de una manta de lana, o un trozo de hilo suelto de calcetines o una cuna”, especificó.

El cabello puede quedar atrapado en frazadas, calcetines u otras prendas y envolver alguna parte del cuerpo sin que nadie lo note. Y es que el cabello suele ser tan delgado que los padres y médicos pueden ignorarlo fácilmente.