“Una familia siempre estará para apoyarte”. Así lo demostró la estadounidense Jessica Benzakein, quien abrió un hogar de acogida para niños en Wisconsin. Incluso los adoptó como sus propios hijos.
Tras haber sufrido abusos físicos y sexuales durante toda su infancia, la mujer de hoy 46 años, inspira a muchas madres en el mundo con su noble labor.
Según destaca el sitio People, Benzakein pasó seis años en el sistema de acogida, hasta que cumplió los 18. Debido a eso, nunca sintió que era parte de un hogar, ni mucho menos que necesitaba una familia.
No obstante, se generó un cambio en ella cuando entró a la universidad, y tuvo que pasar la Navidad sola en el campus, mientras sus compañeros volvían a sus hogares .
“Y luego, a lo largo de veinte años, traté de construir una familia”, reconoció en entrevista con el sitio.
10 años después, Jessica se convirtió en madre de dos hijos, frutos de la relación con su exesposo. Pero a medida que pasó el tiempo, la mujer nunca olvidó su experiencia en el sistema de acogida, por lo que seguía pensando en los miles de niños que viven sin una familia.
Por este motivo, en el verano de 2015 abrió su hogar para que otros menores formaran parte de su vida. De este modo llegaron los hermanos Kendrick (6) y TJ (4). Posteriormente recibieron a Will (18), Carter (14) y Sidney (13). Un año más tarde, Buddy (8) se unió a la familia.
En cuanto a la convivencia, reconoció que a veces la casa se convierte en un caos, pero está feliz con su tarea. “(Los niños) tienen un lugar seguro donde pueden equivocarse y cometer errores, reír, bromear y burlarse unos de otros”, expresó al matinal estadounidense Today.
Asimismo, admitió que pasó 20 años de su vida pensando que realmente no necesitaba una familia. “Pero lo hice. (Ellos) me dan un propósito”, expresó la madre que hace unos meses finalizó los documentos de adopción.
“Sabemos quién es nuestra familia. Pero lo que más me gustó del día de la adopción, fue que ahora era oficial. Tenía certificados de nacimiento, los formularios y documentos (…) Ahora no pueden decirme que no somos familia, porque realmente lo somos“, expresó.
“Siempre he sido ‘la mamá’. Cuido de todos. Ser madre era importante para mí, pero nunca me propuse tener una familia numerosa. Me encontraron. Resulta que nos necesitamos los unos a los otros“, reconoció en conversación con BioBioChile.
En este contexto, admitió que nunca hay un momento aburrido en su casa. “Es increíble ver cómo todos los niños interactúan entre sí. La única vez que actúan como si no hubieran sido hermanos, es cuando aparecen sus familias biológicas”, añadió.
Por otra parte, explicó que en el hogar existen dos grupos divididos por edad. “Los llamamos los grandes y los pequeños. Muchas veces los grandes simplemente hacen lo suyo y los pequeños pasan su tiempo molestando a todos (…) ¡Pero a veces todos se llevan bien y es como si los ángeles cantaran!, bromeó la madre.
Sin embargo, la labor de Jessica no ha terminado. Según reveló al medio internacional, le gustaría seguir recibiendo a otros menores.
“Todavía siento que podría haber uno o dos niños más por ahí destinados a estar aquí también. Simplemente no los he conocido todavía. Pero siento que este es mi propósito”, finalizó.
