Hay muchas empresas a nivel mundial que están siendo severamente afectadas por la crisis debido a la pandemia por la enfermedad por coronavirus Covid-19.

La industria cinematográfica es una de ellas, pues la mayoría de los cines en muchos países han tenido que cerrar.

Puede que las grandes cadenas sean capaces de sobrevivir a la situación, pero quienes tienen pequeños cines independientes están en mayores problemas.

Ese es el caso de Mark O’Meara, de 67 años, quien es dueño de dos complejos pequeños en Fairfax, ciudad estadounidense en Virginia: University Mall y Cinema Arts. Desde hace 29 años que se está en el rubro, y por primera vez ha tenido que cerrar sus puertas.

El hombre no tiene ahorros, así que lo que más le preocupa en este momento es poder pagarle los sueldos a los empleados, la mayoría jóvenes menores de 30 años que no pueden subsistir sin dicho ingreso.

Y está dispuesto a hacer lo que sea para lograrlo, incluyendo salir a vender palomitas de maíz a la calle.

“Tengo muchos niños trabajando aquí, que apenas logran llegar a fin de mes, y no puedo pagarles tan bien. No pueden permitirse perder más de uno o dos turnos a la semana, así que no sé qué hacer”, afirmó a la revista Variety.

Según relató, hay un gran estacionamiento junto a uno de los complejos, que nadie está usando por ahora, así que ahí se instaló a vender palomitas para llevar a 3 dólares el paquete ($2.500), y así los clientes pueden pasar en auto y llevárselas sin tener que bajarse.

El primer día, vendió 25 dólares en 45 minutos, y actualmente está ganando entre 300 y 400 dólares al día ($250.000 a $330.000 aproximadamente).

Además, uno de sus cines, Cinema Arts, vende tarjetas de regalo por internet, y algunas personas han comprado para ayudarles.

De acuerdo al empresario, Facebook ha sido el principal motor para promocionar este nuevo enfoque de negocios, gracias a que “todos están en casa y nadie nace nada excepto mirar Facebook. Estamos teniendo muchos ‘me gusta’ y la voz se está corriendo”.

Pese a todo, no sabe si logrará pagarlas las cuentas, pero al menos espera poder cubrir los salarios de sus empleados.