"¿Por qué no existen los vuelos solo para adultos? Pagaría mucho dinero”, dijo la joven de 24 años, desatando un debate en torno a si es un justo reclamo o se trata simplemente de "niñofobia"

¿Deberían existir vuelos sin niños? Una bloguera de viajes llamada Morgan Romero, planteó recientemente el debate tras subir un video a TikTok en donde se queja porque un infante llora en el avión en que viajaba.

“¿Por qué no existen los vuelos solo para adultos? Pagaría mucho dinero”, escribió en el clip donde se le ve a bordo de un avión mientras se escucha el llanto de un niño. “El vuelo fue de 3 horas y escuché esto todo el tiempo”, agregó en la descripción de la secuencia.

Después de ser emplazada a usar audífonos, la joven de 24 años aseguró que los usó, pero que igualmente fue molesto.

“Tengo auriculares con cancelación de ruido, el niño tenía más de cinco años y se sentó directamente detrás de mí, mientras pateaba mi silla mientras la madre dormía”, escribió.

@mooorganic The flight was 3 hours and I listened to this the entire time #travel ♬ original sound – Mo

Vuelos sin niños ¿Falta de empatía o justa petición?

El video de Morgan rápidamente se viralizó y muchos usuarios de la plataforma comentaron.

Algunos apoyaron su punto, diciendo que también pagarían más por un vuelo libre de niños, mientras otros culparon a los padres por no “controlarlos”.

“Todos los comentaristas que se quejan son los que dejan que sus hijos griten durante 5 horas como si no estresaran a otras 200 personas”, afirmó un usuario.

Del otro lado, hubo quienes le dijeron que estaba siendo poco empática, además de cuestionar sus afirmaciones, pues el llanto del niño no parecía como si tuviera más de 5 años.

“Y es por eso que los padres y madres sienten ansiedad al salir de casa”, comentó un usuario. “Los bebés también son humanos y no pueden controlar sus sentimientos”, indicó otro.

“Como mujer que solía sentirme extremadamente frustrada por esto, te prometo que ahora que soy madre, sé que las madres ya están estresadas porque sabemos que todos los demás se enojan”, señaló una mujer.

“Mi corazón está roto. Es curioso cómo la gente espera que los niños controlen sus emociones, pero cuando los adultos tienen crisis, tenemos que ser comprensivos“, añadió alguien más

Asimismo, otro le dijo que podía pagar un vuelo privado si le molestaban tanto los niños. “Podrías pagar por un vuelo privado. Es caro, pero dijiste que pagarías mucho dinero”, indicó el usuario.

“Existe una ignorancia real de las necesidades de los más pequeños”

A raíz de casos como este, o el de una madre chilena que fue criticada en TikTok por el comportamiento de sus hijos pequeños en un bus, salió a relucir el concepto de “niñofobia”, pues algunos creen que estas quejas radican en una aversión social generalizada hacia la infancia.

Berna Iskandar, periodista especialista en maternidad, crianza y derechos de la infancia, señaló hace un tiempo al diario El País, que la llamada niñofobia es real y que ocurre porque “existe una ignorancia real de las necesidades de los más pequeños por parte de los adultos que tienen que cumplir unas expectativas que no concuerdan con su edad”.

“La infancia es una etapa de pleno desarrollo, en la que tienen que experimentar”, afirmó.

Iskandar opina que deberían construirse “espacios más amables para los menores en los que se tengan en cuenta sus derechos y necesidades”, en lugar de apartarlos socialmente.

“Al igual que se adaptan los espacios a personas con dificultades, con rampas, por ejemplo, hay que adaptarlos para que los más pequeños se puedan desarrollar y desfogarse, algo que para ellos es vital”, afirmó.

“Si construimos sitios, espacios, más amables para la infancia, provocaría que grandes y pequeños disfrutasen. El objetivo es claro. Hay que conseguir pasar de una sociedad adulcentrista como la actual a una niñocentrista”, manifestó.

Para Berna la acelerada vida actual lleva a que “los niños deben cumplir unos horarios impuestos por los adultos. No les acompañamos, no estamos con ellos, abusamos de las pantallas, de las cosas materiales y nuestros hijos están solos”.

“Antes había más espacios abiertos. Los niños tenían más posibilidades de jugar, de moverse, por lo que solían llegar más tranquilos, por ejemplo, a la hora de comer. Ahora viven más encerrados y tienen que contener toda esa energía propia de la infancia. Convertirles en el centro debería ser la prioridad”, concluyó.

“No podemos esperar que un niño esté quieto, parado”

Asimismo, la psicóloga infantil Mercedes Bermejo, explica en la revista Ser Padres que “vivimos en una sociedad cada vez más adultizada, en un mundo hecho por adultos para los adultos y en el que en muchas ocasiones no hay comprensión hacia la infancia, esa etapa evolutiva tan importante para el desarrollo de una persona”.

Además, agregó que el rechazo a los niños muchas veces tiene como raíz algún trauma de infancia de los adultos, tales como una educación demasiado autoritaria, restrictiva y basada en el castigo.

Bermejo explica que lo normal es que los niños se comporten como tal, es decir, que a veces griten, lloren, jueguen, salten y se rían a carcajadas.

“No podemos esperar que un niño esté quieto, parado, sin molestar, sin quejarse, porque entonces no sería un niño. Me preocupan más los niños que no desarrollan esas actitudes esperables desde el punto de vista evolutivo, que los que sí las tienen y actúan como niños”, expresó.