Aunque durante este año, el cuidado del medioambiente ha sido tema de conversación debido a normativas como la ley que prohibirá la entrega de las bolsas de plástico en los comercios establecidos o la Ley REP, que busca que las empresas se hagan cargo de sus desechos, la contaminación del mar sigue siendo un problema difícil de resolver.

Así lo comprueba el estudio hecho en 2015 por la Universidad de Georgia, el cual descubrió que en Chile existen entre 10 mil y 25 mil toneladas de desecho plástico que son mal manejadas y la mayoría tiene el potencial de terminar en el mar. Por esta razón es que el reciclaje de estos desechos se hace muy importante.

Karün es una empresa B chilena y su innovadora colección de anteojos PACIFIC está fabricada con plásticos reciclados del océano de la Patagonia, como redes de pesca, cabos y otros. “Buscamos descontaminar las aguas de la Patagonia chilena y también, limpiar zonas de gran valor para comunidades locales y el turismo del lugar”, explica Guerra.

“El proceso de recolección de restos de plásticos involucra a comunidades de emprendedores rurales de la zona de Puelo y Cochamó en el sur de Chile. Por lo que no sólo se está ayudando al medioambiente, sino que también genera recursos y trabajo a las personas de la zona. Ellos son capacitados a través de la empresa social Balloon para que los recursos que reciban sean bien utilizados en sus emprendimientos y puedan tener un negocio propio, más sostenible en el tiempo”, afirma Giannina Guerra, marketing manager de Karün.

Una vez recolectado los desechos plásticos a utilizar, pasan por un proceso de limpieza y de selección para luego ser enviados a Eslovenia, donde se peletizados a través de un proceso de reciclaje químico, el cual permite que la calidad del material sea igual al del plástico virgen.

Al estar lista la materia prima, se comienza el proceso productivo del marco con todos sus componentes en Italia, finalizando con los cristales oficiales Zeiss. “Generamos un producto de gran valor a través de un desecho, ayudando al medio ambiente y empoderando a comunidades rurales”, comenta la marketing manager de la empresa B, Karün.

Diseños inspirados en la naturaleza

Los diseños de estos anteojos son inspirados en la naturaleza, especialmente en la Patagonia. “Nuestra perspectiva de diseño une el amor por la naturaleza con nuestro profundo interés en generar un cambio tangible, como una forma de responder a los problemas que tenemos como sociedad”, señala Bárbara Toledo, encargada de diseño en Karün.

A través de líneas simples pero atractivas, estos anteojos están diseñados para ser utilizados en diversos entornos. “Consideramos los anteojos como una herramienta, como un símbolo de cambio, para inspirar a las personas a mirar el mundo desde otro punto de vista; uno en el cual todos somos naturaleza”, concluye Toledo.