La postura que las personas adoptan al momento de dormir tiene un impacto en su bienestar, incluso, una mala posición puede aumentar el riesgo de padecer determinadas patologías o afectar músculos y articulaciones. En el caso de las embarazadas, la posición que se adopta para descansar también es relevante para garantizar una buena noche de sueño.

Dormir es uno de los momentos del día que muchos esperan con ansias. Cuando una persona descansa adecuadamente, empieza el día con energía, mejora su estado de ánimo y fortalece las defensas de su organismo. No obstante, para algunos, descansar sobre la cama puede resultar bastante incómodo al no encontrar la posición más adecuada para conciliar el sueño.

Si bien existen muchas posturas en las que el cuerpo se podría acomodar, no todas son idóneas para la salud, principalmente porque afectan nuestros huesos, músculos y articulaciones. La postura en que dormidos influye mucho en la sensación de bienestar y, en algunos casos, puede aumentar el riesgo de padecer ciertas patologías.

“Conviene señalar que no existe la postura perfecta, sobre todo cuando se ha de mantener durante un periodo prolongado de tiempo”, aseguró Fernando Ramos, miembro del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, al diario español El Mundo.

“Nuestra columna -las vértebras que la forman- tiene unas curvaturas pensadas para repartir una determinada carga y presión. Como norma general, la mejor postura será la que mantenga estas curvaturas en su posición fisiológica”, enfatizó el experto.

Tres posturas diferentes ¿Cuál es mejor?

Comúnmente, las personas duermen adoptando tres posturas diferentes: boca-arriba, de lado (izquierdo o derecho), boca-abajo. Asimismo, diversos factores influyen en posición que elegimos para dormir, tales como, desde cuán cansado estás, las enfermedades que pueda padecer o la comodidad que entregan elementos como el colchón o las almohadas.

Juan Pareja Grande, especialista de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid (España), menciona a CuidatePlus que la mejor manera de dormir es “decúbito lateral” (de lado izquierdo o derecho) y la que menos favorable es “decúbito prono” (boca abajo).

“Si la persona está sana, debe seguirse por la tendencia natural, de hecho, por la noche cambiamos muchas veces de postura”, añadió el profesional.

De acuerdo con Fernando Ramos, para esta postura es necesario contar con una almohada que tenga un grosor y densidad adecuado para dar soporte a la cabeza y, a la vez, alinear el eje natural de las vértebras.

Al dormir, el cuerpo adopta una posición que puede mantener durante un largo periodo. Por ello, es recomendable mantenerse lo más recto posible para que la columna vertebral se mantenga estirada durante la noche. Del mismo modo, se tiene que evitar tener las extremidades o el cuello de doblados para prevenir dolores corporales o malestares en la zona cervical.

En esta misma línea, el especialista del Colegio Español de Fisioterapeutas destaca que “el colchón debe tener firmeza para evitar que se hunda con el peso de la región pélvica, y que permita la alineación de las vértebras”.

La mejor postura para embarazadas

A lo largo del embarazo, la comodidad se vuelve una necesidad. El cuerpo comienza a experimentar cambios físicos importantes que afectan las actividades diarias. Lo mismo ocurre a la hora de dormir, ya que escoger la postura más adecuada se vuelve una tarea difícil, más aún si la futura madre se encuentra en una etapa más avanzada del periodo de gestación.

En el caso de las mujeres embarazadas, lo mejor es dormir del lado izquierdo, puesto que “impide la compresión de la vena cava, lo cual favorece el estado circulatorio de la placenta”, explica Pareja.

En el comercio especializado, hay disponibles almohadas adaptadas para entregar una mejor comodidad.

Consejo para evitar el dolor de espalda

Durante las noches, hay quienes presentan dolores de espalda debido a la posición que usan para dormir. Sin importar la posición que más te guste, existe una manera fácil de prevenir aquellos malestares, la solución es ubicar una almohada entre las piernas.

Según la clínica estadounidense Mayo, las personas que duermen boca-arriba tiene que “colocar una almohada debajo de las rodillas para ayudar a mantener la curva normal de la espalda lumbar”.

En el caso de quienes descansan de costado, lo ideal es “acercar un poco las piernas al pecho y colocar una almohada entre las piernas”, señala.

Por último, para las personas que duermen boca-abajo, “coloca una almohada debajo de la pelvis y la parte inferior del abdomen para reducir la tensión de la espalda. Pon una almohada debajo de la cabeza si no te genera mucha tensión en la espalda”, agrega la institución de salud.