Un historiador alemán, llamado Jürgen Matthäus, parece haber descubierto el misterio en torno a una terrible foto de la segunda guerra mundial, la cual fue bautizada en 1961 como ‘El último judío en Vinnitza’.
De acuerdo a The Guardian, Matthäus usó la Inteligencia Artificial para dar con la identidad del hombre que sujeta una pistola al lado de la cabeza de un prisionero, el cual fue ejecutado.
Aquel retrato perteneció al judío Al Moss, y fue presentado en 1961 como prueba en el juicio contra Adolf Eichmann, uno de los artífices de la denominada ‘Solución Final’. La escena data de una zona de Ucrania llamada Berdychiv.
Según el citado medio, luego de varios años de averiguaciones, se determinó que soldado que sostiene el arma es Jakobus Onnen, profesor de Tichelwarf y considerado como un ‘nazi convencido’.
El último judío en Vinnitza
La investigación inició luego que, de forma anónima, Matthäus recibiera antecedentes que indicaban que el protagonista de la infame imagen sería Onnen (tío abuelo de la emisora), basado en antigua correspondencia de aquella familia.
Los primeros pasos se dieron a través de la tecnología, intentando localizar el lugar por medio de Google Maps. También se determinó, mediante archivos, que el grupo en el área se llamaba Einsatzgruppe C; aquella masacre tuvo lugar el 28 de julio de 1941.
Tras aquello, sostuvieron, realizaron un análisis comparativo de la imagen con otras existentes de Onnen, con respaldo de inteligencia artificial y el grupo periodístico Bellingcat.
“La coincidencia, según todo lo que me comentan los expertos técnicos, es extraordinariamente alta en términos del porcentaje que arroja el algoritmo”, expuso el historiador al medio británico.
“Es evidente que no se trata de una solución milagrosa, sino de una herramienta más entre muchas otras. El factor humano sigue siendo clave”, agregó.
En relación a Jakobus Onnen, Jürgen Matthäus sostuvo que: “La motivación es una de las preguntas más difíciles de responder. La razón por la que creo que posó de esa manera es que quería impresionar”.
“Al posar para esa imagen, Onnen no estaba simplemente cumpliendo órdenes, ni se trataba de un asesinato cometido para avanzar en su carrera. Participar en un asesinato así se daba por hecho y no te daba ningún punto extra en estas unidades de muerte”, remató.
Fuentes históricas sostienen que el hombre murió en combate el 12 de agosto de 1943, en la región de Schytomyr, en lo que era la Unión Soviética.