Se trata de un diseño creado en Europa para personas que, quienes estén desahuciados, puedan morir de forma alegre. Nunca ha visto la luz.

¿Te imaginas que existiera un implemento que permitiera morir de forma alegre y eufórica? Al día de hoy no hay en el mundo una máquina de estas características, pero en 2010 un arquitecto llamado Julijonas Urbonas montó su propio diseño llamado Euthanasia Coaster.

Puede traducirse esto como la ‘Montaña rusa de la eutanasia’, la cual desde un punto de vista inicial tenía como objetivo causar la muerte de un total de 24 personas.

En algunas entrevistas Urbonas aseguró que se trataba más bien de un concepto artístico para aquellos años, ya que era muy poco probable que se llevara a cabo en el mundo.

El profesional, de hecho, presentó este proyecto dentro de su candidatura a doctorado en el Royal College of Art de Londres, asegurando que podía “tomar vidas con furor y elegancia”.

Asimismo, dentro de su proyecto consignó que, cuando su prototipo fuera aceptado mundialmente, sólo debía permitir el acceso a personas que estuvieran desahuciada y con cuidados paliativos.

Tal fue el morbo y escándalo que generó en Europa este proyecto, el cual está expuesto en museos de Italia y Países Bajos, que incluso se realizó un cortometraje en 2015, el cual se llama ‘H Positive’.

A grandes rasgos, este narra la historia de un multimillonario llamado Mark (Frank Underwood), quien estaba determinado a crear una montaña rusa que fuese “tan emocionante como para matar con felicidad a todos quienes accedieran a ella”.

H POSITIVE from Glenn Paton on Vimeo.

¿Cómo funciona la Euthanasia Coaster?

De acuerdo a lo que indica el portal IFL Science, los estudios llevados a cabo por Julijonas Urbonas con un grupo de expertos determinaron que la idea era que los pasajeros sufrieran la muerte cerebral en 3 minutos con 20 segundos.

La montaña rusa está diseñada a partir de una enorme subida inicial que llega a los 510 metros de altura (la Torre Eiffel llega a 330), para luego iniciar un descenso dramático en donde el carro de pasajeros llega a 360 kilómetros por hora.

Luego del ascenso inicial, el artefacto tiene un total de 7 loops, cuyas alturas van en orden decreciente a medida que se avanza.

El diseñador aseguró en su momento que la velocidad inicial iba a ser tan grande que el carro debía llegar hasta el final sin mayores problemas.

No obstante ¿De qué forma morían las personas en el proyecto? La idea, según el portal, era que la máquina generara un efecto donde el oxígeno no llegara hasta el cerebro de las personas, debido al flujo sanguíneo en las extremidades.

Diseño de la Euthanasia Coaster
Wikimedia Commons

Lo anterior, detallan, con el objetivo de que quienes accedieran tuvieran un accidente cerebral irreversible, generándose la muerte cerebral.

El diseño detallaba que “las personas debían comenzar a perder la visión, hasta llegar a una especie de efecto túnel, con un posterior síncope por visión negra”.

Sin ir más lejos, exponen, el fin debía estar cumplido recién en el segundo loop de la Euthanasia Coaster, por lo que los restantes cinco estaban fabricados para quienes “tuvieran mayor resistencia”.

Sobre el final, Julijonas Urbonas indicó que el prototipo tenía la opción de que las personas se arrepintieran, ya que el carro tenía botones que se podían presionar antes que se llevara a cabo la caída de 510 metros.

Hay que señalar que nunca ha existido un plan de financiamiento para este proyecto, por lo cual su propio autor dejó en claro que para el mundo sólo será “arte”.

En el mundo sólo cinco países han regulado la eutanasia: Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá y Colombia, mientras que el suicidio asistido es válido en Suiza, Holanda, Luxemburgo y algunos estados de Estados Unidos.